Elaine es una escritora que se esconde en el mundo del anonimato, las letras fueron lo único que le quedaron después de esa trágica noche que ella lucha por olvidar.
Deneb es un estudiante de arte que sueña en algún día convertirse en uno de los má...
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Todo pasó en menos de un minuto.
Más camionetas de la policía llegaron y los paramédicos salieron de la ambulancia corriendo hacia a la casa, mi corazón late sintiendo un miedo que nunca había experimentado, porque nunca estábamos listos para esa noticia desgarradora y dolorosa que podría cambiar toda tu vida, porque nunca estábamos listos para perder a quien más amamos.
El sonido constante del choque del tacón y el suelo que produce Camille con ansia me desespera, después de ese disparo los dos salimos del auto con prisa y nos acercamos a la casa —la cual ya estaba cercada—, pero no podemos hacer nada más que esperar ya que nos detuvieron.
La radio se vuelve a activar comenzando a emitir murmullos y voces de varias personas, pero no logramos entender que dicen —. ¿Lilith? ¿Qué pasa? —cuestiona Camille con la preocupación destilando de su voz.
—Elaine está herida, necesita ir de urgencias al hospital, solo una persona puede acompañarla en la ambulancia —anuncia Lilith rápidamente y sin más explicaciones vuelve a apagar la radio.
La radio se resbala de las manos de Camille estrellándose contra el piso una vez que esas palabras salieron del aparato. Ninguno de los dos dice nada por unos segundos, nuestras mentes siguen procesando lo que escuchamos, Camille cubre su boca ahogando el sollozo que quiere salir y se aleja unos metros dándome la espalda.
Y mi mundo termina de destrozar cuando observo como el cuerpo de Elaine yace en una de las camillas con su playera manchada de sangre, uno de los paramédicos sostiene la herida intentando controlar el sangrado.
Me sentí apagado, como si todo sucediera en cámara lenta. El llanto de Camille, las voces de las personas alrededor, la sangre, el sonido del disparo, el sufrimiento y la incertidumbre que habíamos tenido que vivir esos días, todo disparó a mis emociones abrumándome.
Y ahí de nuevo volví a ver esos ojos solitarios.
Llenos de miedo, dolor y cansancio, justo como la primera vez que nos vimos.
Suelto el aire que no noté que retenía, ella al verme comienza a llorar mientras mantiene una sonrisa agridulce en el rostro —. Tienes que ir tú, acompañala y solo dile que la quiero de mi parte —el tono quebrado y aireado de Camille me habla. No la había percibido a mi lado, ella empuja mi cuerpo ligeramente incitándome a ir.
Se lo agradezco con la mirada y subo con apuro a la ambulancia.
El auto se pone en marcha en segundos mientras los paramédicos revisan la herida de Elaine con cautela. Me acerco a ella con cuidado, intentando no estorbar o entorpecer el trabajo de los paramédicos, su cuerpo está lleno de hematomas y restos de sangre, su ropa se está sucia y manchada de polvo.
Mis ojos se encuentran con los suyos, nuestras miradas lo dicen todo, gritan dolor y angustia, gritan perdón y miedo, pero también gritan te extrañé.
