[Terminado ]Lujuria Demoniaca [Lésbico]

Parte 29

Hola, les dejo los capitulos finales :v disfrutenlos y lo mas importante, llenenlos de comentarios xDD

Capítulo 29

Cinder se levantó con una mirada de odio dirigida hacia mí. El puñetazo que le había dado en la cara le había provocado una herida que sangraba a la altura del labio. Los nudillos me dolían por la fuerza del impacto y todo mi cuerpo temblaba dentro de una combinación de adrenalina y miedo.

Antes de empezar, quiero saber si tienes intenciones de matarla.

—No —respondí a Envy—. Quiero detenerla y sólo eso.

Otra explosión sacudió el cielo. Mi madre y Suspiria se estaban dando una buena pelea que estaba más allá de mi nivel. Aproveché que Cinder se distrajo un segundo y me lancé sobre ella con Rhapsody empuñada con ambas manos. Mi velocidad fue una sorpresa para ella, y tuvo que saltar para esquivarme.

No la dejé tomar distancia. La seguí y la obligué a levantar la Deathraze. En cuando mi espada y la suya colisionaron, una onda de choque me envió hacia atrás. Me sacudió los huesos del brazo y me mareó por un instante.

¡Ten cuidado! Exclamó Envy.

Ya veo que no es una espada común y corriente.

La Deathraze concentró la energía de Cinder. Un aura de color rojo surgió a su alrededor.

—Admito que has mejorado —dijo con una sonrisa de arrogancia—. Agradéceme. Te acabo de hacer un cumplido.

—No mejoré gracias a ti. Eso te lo aseguro.

Cinder contraatacó. Lo hizo a tal velocidad, que no tuve tiempo de moverme para evadir sus golpes. Usé a Rhapsody para bloquear los feroces movimientos de su espada. Cada impacto arrojaba chispas y me hacía retroceder un paso o dos. Ella se limitaba a atacar, y que me cuelguen si miento, pero no se lo estaba tomando en serio.

Aproveché un descuido suyo y blandí a Rhapsody. Cinder saltó sobre mí y se paró en mi cabeza.

—Deeeebil. ¿En serio pensabas ser mi ama con semejante habilidad?

Me moví para quitarla de encima. Apenas me di la vuelta, la mano de Cinder me golpeó en el abdomen y disparó un rayo de energía demoniaca que me envió varios metros lejos de ella.

—¿Y bien? ¿Te vas a rendir? Sería indigno usar la Deathraze para acabar con una sabandija como tú.

Me apoyé con Rhapsody para levantarme. El sudor chorreaba por mi frente y los brazos no dejaban de doler.

—¿Por qué... sigues empañada en humillarme? ¡¿Qué te he hecho?! Yo sólo quería que fuéramos compañeras y tú...

—No tolero a los débiles. No es nada personal.

Esa explicación no me valía en lo absoluto. Todo lo que hizo fue incrementar mi furia. Apreté la empuñadura de la espada de Envy y volví al ataque. Esta vez, acometí con más violencia y logré que Cinder se pusiera allá defensiva. Aproveché una abertura en su defensa para deslizar la espada sobre su armadura y provocarle un corte al rojo vivo sobre el metal.

Ella enfureció. Golpeó mi espada para abrir un hueco en mi defensa y me sujetó del cuello con una mano. Me arrastró volando al ras del suelo y luego me arrojó contra una piedra. Mi espalda impactó con fuerza y sentí cómo si me estuvieran partiendo por la mitad.

¡Leora! gritó Envy dentro de mi cabeza.

—Estoy... perfectamente —mentí.

No era posible que la diferencia entre Cinder y yo fuera tanta. Estaba segura de que ni siquiera estaba usando todo su poder.