Perlas falsas

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Perlas falsas

Yo sé que usted no gusta

de mí porque otras

personas le han impedido

acercarse por muy diversos

motivos, que sólo se ocultan

a los demás, no a mí,

yo los veo.

Si usted quiere matarme,

máteme, tal vez sería

un descanso para mi alma

en pena que no reposa

desde hace siete años.

Yo sólo busco un poco

de amor y compasión

en este mundo loco

y desquiciado en que yo vivo.

Yo no soy Dios,

yo sólo quiero estar

cerca de usted, para amarla,

y para que usted me ame.

Yo soy hambriento,

porque tengo hambre,

yo soy sincero,

porque así me educaron,

entonces, ¿por qué usted

se resiste a  aceptar lo inevitable?,

¿por qué no consiente que

yo sea su pareja nupcial?

No tengo riquezas, lo admito,

pero no es motivo para que usted

me rechace a mí

como a un perro;

que me pateé porque

no soy atractivo.

Usted lo que quiere es

un hombre fortachón

que vaya a un gimnasio

todos los días,

y eso yo no soy.

Usted lo que trata es

de impedirme mi libertad,

trata que sea lo que realmente

no soy para satisfacerse

usted, para burlarse de mí

en las noches con su amante,

porque a mí usted no me ama,

sólo me tiene para que

le compre las alhajas,

las pulseras, los collares,

las esmeraldas, y el oro.

Usted no me ama,

usted es sólo

un montón de carne

cubierta de esmalte y

emplastos químicos,

que una amiga le regaló

para hacerse más bella;

pero bella usted no es,

bella lo es la pureza,

por eso usted no es bella.

Usted que se la pasa

charlando con las vecinas

para contarles mis intimidades,

usted que dice que me ama,

y se burla de mi a mis espaldas,

usted no se merece

 a un hombre como yo.

Yo, que sólo buscaba

el amor en sus brazos,

ahora la rechazo con

todo el corazón, ¿por qué?,

porque me ha sido infiel,

no me ha dejado ser feliz,

ha impedido que las margaritas

del patio de mi casa

volvieran a nacer,

me ha pisoteado a mí

y al amor que siento por ella;

ya no quiero saber más de ella,

me largo de este pueblo maldito,

este pueblo que no

me ha traído alegrías

sino desgracias y desgracias.

                                        Joan Sebastián Ascanio Paba

Poemas SinfónicosWhere stories live. Discover now