𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖛𝖊𝖎𝖓𝖙𝖎𝖘𝖊𝖎𝖘

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— No deben escucharnos — dijo la mujer — Si los alfas que engendraron estos niños nos escuchan gritar, cortarán nuestras lenguas.

El estómago le volvió a doler.

— P-pero... pero... — Taehyung apenas y podía pensar — ¿Qué no estos alfas quieren a estos cachorros?

La mujer lamió sus labios y sacudió sus sucias ropas. Se puso de pie, cuidando su vientre, haciendo sonido con sus cadenas y ayudó a levantarse al menor. El omega tembló cuando sintió sus frías manos en su rostro, examinándolo, tocando sus cicatrices, sintiendo como sus dedos descendían de sus manos hasta su mandíbula.

No estaba seguro de lo que aquella mujer decía, pero, solo pudo sentir como unía sus frentes y acariciaba sus cabello a los costados.

— Diosa Luna, protege a tus hijos e hijas — murmuró la mujer.

Taehyung creyó que ese día había sido el más largo de toda su vida, podía escuchar los quejidos amortiguados por la tela del otro omega. El olor a sangre, sudor y otros desechos estaba presente hasta el anochecer.

El día pareció acabar cuando en la madrugada escuchó el llanto ensordecedor del bebé recién nacido. Los otros omegas se alegraron al verlo con bien, un perfecto bebé formado y parecía que sus sentidos respondían ante estímulos externos.
El padre de ese bebé lloró al tenerlo entre sus brazos, recostado en su pecho, tratando débilmente de cubrirle del frío.

Otro omega arrancó parte de una capa que usaba y no estaba tan sucia y cubrió al cachorrito encima de su padre que estaba recostado en el suelo. Taehyung gateó hasta llegar a él, tanteando el suelo con sus manos, hasta que sintió el cuerpo del otro. Escuchando como el pequeño bebé luchaba por respirar entre este aire tan contaminado, jadeando por el hambre que su pequeño lobito sentía al estar despertando muy en su interior.

Taehyung aun guardaba en su memoria conocimientos médicos que su madre le había enseñado desde muy pequeño. Tal vez algo de lo que haya dicho sirva ahora que un omega ha dado a luz a un cachorro; su madre ayudó a cientos de hombres y mujeres a traer a sus hijos al mundo y su querido niño escuchó todas esas historias.

— No deberías tocar a un omega que recién ha dado a luz, niño — dijo un hombre — Son territoriales.

— S-solo quiero ayudar — dijo convencido.

Siguió tocando, sintiendo esos delgados brazos debajo de la tela que cubría su cuerpo. Olfateando más profundo para ver si olía algo distinto al omega, aparte de su propia sangre, placenta u otros fluidos.

— No lo toques — dijo la misma voz — Está muerto.

Los rayos de sol empezaron a aparecer poco a poco sobre de ellos, mientras iba amaneciendo.

Taehyung agudizó su oído, escuchando únicamente el jadeo de lucha por respirar proveniente del pequeño cachorro, pero, ya no podía escuchar la respiración de parte de su padre.

Era verdad. El omega murió después de darlo a luz.

Escuchó ahora como todas las cadenas de los otros se movían al alejarse de su cuerpo.

— ¿Qué? ¿Qué hacen? — preguntó Taehyung.

— Está muerto — repitió el hombre — No hay otra cosa que hacer.

— El cachorro morirá.

— ¿No eres tú el mismo que se quejó hace unos días sobre los niños nacidos de violadores y asesinos?

— Y-yo... — Taehyung tembló — El bebé.

— La verdad me importa una mierda de quien sea hijo ese niño — escupió al suelo — Morirá sin su padre.

𝐋𝐄𝐀𝐕𝐄 𝐓𝐇𝐄 𝐀𝐋𝐏𝐇𝐀 ᵏᵒᵒᵏᵛWhere stories live. Discover now