𝕻𝖆𝖗𝖙𝖊 𝕴𝕴𝕴 𝕰𝖑 𝖑𝖔𝖇𝖔 𝖖𝖚𝖊 𝖍𝖆 𝖗𝖊𝖈𝖔𝖗𝖉𝖆𝖉𝖔

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𝔄𝔱𝔯𝔦𝔞, 𝔥𝔞𝔠𝔢 𝔞𝔩𝔤𝔲𝔫𝔬𝔰 𝔞ñ𝔬𝔰.

Atria, hace algunos años.


Desde muy temprano, el sol alumbraba el reino y calentaba las tiernas tierras. Los gallos cantaron desde temprano, y con esto, empezó toda actividad.

Cuando los rayos del sol se colaron por su ventana y cayeron por encima de su piel, se quejó sintiendo la luz como calentaba sus parpados. El omega suspiró pesado y abrió sus ojos lentamente, cubriéndolos con su brazo y tomándose su tiempo para salir de entre sus ligeras sabanas.

El verano era una época demasiado caliente, húmedo y lleno de muchas cosas por hacer; el omega salió de su cama y se estiró, mirándose el cuerpo en el espejo circular frente a él, se tocó su vientre un poquito.

— Estoy más gordo — dijo haciendo un puchero — No debí comer todo ese pastel con Hoseok hyung.

Taehyung se encogió de hombros y se encaminó a su tina de piedra. En esta época del año, no necesitaba poner el agua a calentar en un fogón, porque, desde temprano, el agua caía tibia, y entre más sol hiciese, más caliente estaba.
Pero, ahora aún era temprano y apenas estaba en una temperatura ambiente, llevándole frescura a su cuerpo.

Talló suavemente con su esponja y talló varias veces su cabello corto; cuando terminó, salió desnudo, escurriendo todo el agua por su cuerpo, enredó una toalla en su cadera y caminó a su habitación de nuevo para empezar a vestirse.

Unos pantalones cafés, camisa de lino blanca y un chaleco del mismo color que sus pantalones, junto con un sombrero de paja. Salió de su casa, asegurándola bien y emprendió marcha hacia el centro del reino.

Algunas veces saludaba a las personas que conocía, otras, se detenía a jugar por un momento con los cachorros de las calles, cantantes y bailarines como siempre.
Descendió por unas escaleras, hasta llegar a una pequeña fachada, que, por dentro era más grande.

Se quitó el sombrero y lo colgó en un perchero.

— Ay, ese mismo sombrero, Taehyung — dijo el alfa — ¿Cuándo usarás uno nuevo? Yo podría dártelo.

— Eso quisieras, Jimin-ssi — dijo el omega — Pero, perteneció a mi madre, no puedo hacer eso.

— Ah, tu madre debe estarse retorciendo con la Diosa Luna porque su hijo no se viste bonito ni con estilo.

Taehyung se giró y lo encaró, empezando a atacar su cuello con sus dedos, para picar su piel y empezar a producirle cosquillas.

— Mi madre debe estar orgullosa que siempre llevo algo de ella conmigo — dijo divertido — Pero tú, niño alfa mimado, solo porque tu padre es jefe de una casa.

𝐋𝐄𝐀𝐕𝐄 𝐓𝐇𝐄 𝐀𝐋𝐏𝐇𝐀 ᵏᵒᵒᵏᵛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora