𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖉𝖎𝖊𝖈𝖎𝖘𝖎𝖊𝖙𝖊

3.3K 501 271
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


— Odio tener que hacer esto — comentó el omega.

Sus rubios cabellos eran peinados por varios pares de manos de las mujeres. Sus pies eran remojados en aguas de rosas y otras más, le maquillaban.

— Odio que... me arreglen tanto, Nam — dijo con terquedad.

El alfa ya había sido terminado de arreglar mucho antes que su omega. Con hermosos ropajes de seda y joyas preciosas adornando sus manos y cuello; la corona la colocarían cuando saliera a su próxima reunión dentro de unos minutos.

— Los jefes de casas importantes así como, los sacerdotes de la iglesia vendrán pronto al castillo. Debemos estar presentables — dijo mirándose al enorme espejo de pie.

Yoongi rodó los ojos y dejó que las mujeres siguieran haciendo su trabajo, pero al final se hartó y terminó alejando su mano de ellas bruscamente, sacó sus pies de la pequeña tina de agua y caminó hasta quedar al lado del alfa.

— Odio a esa gente, lo sabes — gruñó bajito, solamente para que él lo escuchara — Son detestables, malas personas.

— E importantes — añadió — El reino no puede tomar decisiones sin ellos.

— Pero tú eres el rey — dijo con obviedad — Tú eres al final el que tomará las decisiones con o sin ellos.

— Desearía que fuera así de fácil — le miró con algo de tristeza en sus ojos.

— Mi rey — dijo Seokjin entrando a sus aposentos — Los sacerdotes han llegado ya, junto con unos jefes de casa. El resto vendrá muy pronto, su presencia será requerida a la brevedad.

— Bajaré en un momento — respondió y Seokjin hizo una reverencia antes de marcharse — Yo iré a hablar con ellos, mientras tú saludarás y regresarás aquí.

— Ahh — empezó a quejarse.

Su hibernación había sido interrumpida porque, Namjoon junto con otros consejeros y jefes acordaron una reunión de emergencia, había asuntos delicados sobre los cuales debían tratar. Y, como era costumbre, un rey siempre va con su omega, aunque este no hable o tenga una opinión valida.

Yoongi se sentía sumamente molesto, pasar horas despierto, arreglándose, para tener que ver caras de personas ancianas que se sienten superiores y mejores que cualquiera, incluso de Namjoon.

La tiara de gemas de zafiro adornó su rubia cabellera, las telas de seda blanca y su capa de pieles de animal teñida de rojo. Las botas de cuero se ceñían a sus pies y piernas. Un leve rubor de maquillaje en los pómulos y sus labios tenuemente pintados de rojo escarlata. Todo Min Yoongi se veía más hermoso que de costumbre el día de hoy.

Y que decir del rey Kim Namjoon, se veía formidable debajo de las pieles y telas, la corona de oros y gemas de zafiro y rubí adornándola, una espada ceñida a su cinturón en la cintura; un porte digno de un rey.

𝐋𝐄𝐀𝐕𝐄 𝐓𝐇𝐄 𝐀𝐋𝐏𝐇𝐀 ᵏᵒᵒᵏᵛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora