Hay pasión.
Hay amor.
Jaden se sacrificó por Jessica.
Jessica se sacrificó por Jaden.
Hacen lo que sea uno por el otro.
Porque son su debilidad. Nuestra debilidad.
Así somos nosotros.
Todo se desmoronó. Esta vez ninguno de los dos tomó una decisión...
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Jessica Jones
A pasado todo un mes y...
Hoy es el día.
Hoy es el maldito día, ¡Mierda, hoy me caso!
Trago grueso mirando las maletas en mi habitación. Luego del matrimonio pasaremos la noche de bodas en el Four Seasons de Chicago y al día siguiente nos iremos a nuestra primera parada: París.
Joder, estoy tan nerviosa, ¡En solo un par de horas estaré dando el si!
¿Cómo era que se respiraba?
Mierda, necesito tranquilizarme.
—¿Nerviosa?— pregunta Peter a mis espaldas, me giro a verlo y paso mi mano por mi cabello. Mis manos tiemblan.
—Para nada.
—Se nota.
Suelto un suspiro— Hoy... es mi boda. En unas horas seré... la señora Tremblay, ¿Lo puedes creer?
Mis ojos se llenan de lágrimas... por la emoción, por la felicidad, porque me voy a casar con el hombre de mi vida, porque... Dios, porque nunca me había sentido así de feliz.
—Te mereces todo esto, Jess, solo... disfruta cada segundo.
Asiento— Si, lo haré.
—No negaré que te echaré mucho de menos...
—Yo también. Dios, Peter, prométeme que me llamarás todos los días.
—Lo prometo.
—Aún estás a tiempo de venir con nosotros.
Se acerca y deja sus manos sobre mis hombros.
—Esto es tuyo, Jonie. Este es su momento, tuyo y de Jaden. Ámense como unos verdaderos locos, ámense irracionalmente y disfrútenlo hasta cansarse... se merecen el uno al otro y nada me deja más tranquilo como hermano que saber que el hombre al que te unirás hoy es alguien que te va a amar siempre, como nadie más y que te va a respetar y cuidar. Este es tu futuro, este es tu momento de paz... disfrútalo.
