Nuestra Debilidad || #3 Trilogía NOSOTROS

Nostalgia

Unas horas antes...

Jessica Jones

—¿Lista?— me pregunta Peter, los dos estamos afuera de nuestra antigua casa en Beaufort.

—Si, eso creo.

Peter me mira un par de segundos y luego toca la puerta con sus nudillos. Carla sabe que vendremos, Peter ha hablado con ella.

La puerta se abre y miro enfrente, pero no veo nada. Bajo mi mirada y veo a una pequeña niña de cinco años de cabello claro que apenas alcanza el pomo de la puerta. No puedo evitar sonreír, se parece mucho a Abby...

—¡Abril, te he dicho que no abras la puerta!— grita Carla desde adentro, trago grueso y entonces ella aparece sobre el umbral de la puerta, sus ojos se llenan de lágrimas de inmediato— Oh... Dios mío.

Sonrío y Carla se abalanza sobre mi a darme un efusivo abrazo. No he hablado con ella desde que papá murió, de alguna manera me recordaba  él y era muy doloroso. Se separa y me mira unos segundos.

—Estás muy bella, Jessie— me dice y se seca una pequeña lágrima— Siempre fuiste muy parecida a tu padre.

Sonrío— Si, lo sé.

Gira su rostro y ve a Peter.

—Oh, ven aquí— dice emocionada y también lo abraza a él.

Peter estuvo viviendo mucho tiempo con ella y con papá, incluso se quedó un tiempo viviendo con Carla cuando papá murió. 

—Te he extrañado mucho, Carla.— dice Peter.

—Y yo a ti.

—¡Mamá!—grita la pequeña Abby— ¿Ella es mi hermana?— pregunta y me apunta.

—Le hablé de ti y le mostré algunas fotos— me susurra Carla despegándose de Peter, sonrío un poco y me acuclillo para quedar a la altura de la niña.

—Puedes decirme Jessie— le digo sonriente.

—¿Te llamas Jessie?

—Me llamo Jessica, pero como me agradas te dejaré decirme Jessie.

—¡Le agrado!—le dice a su mamá.— Tu puedes decirme Abs.

—Suena muy lindo.

—Si, tiene mucho estilo. Me agrada tener una hermana. 

Sonrío— A mi igual.

Entramos a casa y de inmediato siento como todos los recuerdos con mi padre y Abby me abruman, acumulando una nostalgia que me hace querer llorar, pero no lo hago. No puedo creer que de una familia de tres personas, ya solo quede yo. Aunque duela, al estar aquí de alguna forma siento a mi padre y a mi hermana más cerca y eso se siente bien. Es como si pudiera escucharlos discutir porque Abby quería ir a una fiesta y papá no se lo permitía.

Abs me lleva a su habitación (que solía ser la de Peter, la de invitados), me muestra todos sus juguetes y nos quedamos jugando un tiempo. Es lindo esto, me gusta mucho, me imagino así en cinco años más con mi hija o hijo. Tal vez no se me dan tan mal los niños.

Mi teléfono vibra y lo reviso mientras Abs juega a que sus muñecos están volando.

Jaden<3: Mientras estés pensando, por favor no olvides que te amo y que eres lo más importante que tengo, eres la única mujer con la que quiero estar y con la que deseo formar una familia. Te amo más que a nadie en este mundo. Disfruta tu viaje a Beaufort, aquí te espero.

Trago grueso y guardo mi teléfono.

—¿Cuántos años tienes?— me pregunta Abs.

—Veintiuno.

—¡Guao! Yo solo acabo de cumplir estos hace un par de días— dice y me señala su manita con sus cinco dedos levantados— Y después cumpliré estos— levanta un dedo de su otra mano, no puedo evitar sonreír.— Tu me ganas por muuucho.

—Es verdad, ¿Pero y si me como estos cuantos quedan?— le pregunto jugando y comienzo a hacer como si me comiera sus dedos, ella estalla en risas.

—¡No, eso no se hace!— grita retorciéndose de la risa.

—¿Ah, no?— pregunto riendo, comienzo a hacerle cosquillas en el estómago y las dos caemos al suelo.

—¡Es canibalismo!

Logra alcanzar un juguete de Ladybug y me apunta con la muñeca.

—¡Miraculous Ladybug me va a defender!— grita, suelto una risa, tomo a Cat Noir y comenzamos a jugar con los muñecos.

Jugamos al rededor de dos horas más y luego ella se queda dormida, agotada, en su cama.

Me dirijo a la cocina donde Peter y Carla están haciendo la cena, me siento en una silla de la isla de la cocina.

—Se ha quedado dormida— le cuento a Carla, ella me sonríe.

—¿Se divirtieron?

—Si, es una niña muy linda y dulce.

—Si, lo es. Me alegro que en eso haya salido como su padre, porque yo soy más como un ogro— dice y reímos un poco, aunque no puedo evitar que nuevamente un sentimiento de nostalgia me atraviese— Parece que eres muy buena con los niños.

—Pf, tiene que serlo— comenta Peter y lo miro entrecerrando mis ojos.

—¿Por qué?— pregunta Carla mirándome, le sonrío.

—Es que... estoy embarazada.

—¿¡Qué!?— grita y luego se tapa la boca— Ay, discúlpame.— dice y se ríe un poco, entonces se acerca para darme el segundo abrazo del día— Dios mío, Jessie. Felicidades. Es una de las experiencias más hermosas que puede existir, te lo prometo. Estoy muy feliz por ti.

Sonrío disfrutando de su abrazo.

—Muchas gracias.

Se separa— Cuentas con mi apoyo para lo que necesites.

—Voy a contar con ello—digo muy decidida y ambas reímos.

—¿Y la situación con el padre? ¿Cómo es?— pregunta un poco insegura de si se pueda hablar del tema.

—Uhm... bien, es mi novio. Me apoya.

—Maravilloso, no sabía que tenías novio, ¿Cómo pasó?

—Es Jaden, el novio que tenía aquí en Beaufort.

Sonríe— Si, te veías muy enamorada.

—¡Uy que si! Y aún, créeme.— comenta Peter.

—Me alegro de que estén viviendo esto juntos, de esa forma. Estaría encantada de ir a visitarte cuando lo necesites y por supuesto eres bienvenida aquí cuando quieras.

—Estoy viviendo en Chicago ahora, Jaden tiene una editorial, así que me fui a vivir con él. Peter también está trabajando ahí, tu y Abs son bienvenidas siempre— le cuento y ella sonríe.

—¡Una editorial! Qué lindo, me gusta. Y voy a aceptar tu invitación, pocas han sido las veces que he salido de este pueblo.

Luego de esa charla comimos, Abs despertó y pasamos el día jugando, conociéndonos y viendo películas de Disney con Peter.

Simplemente fue un día increíble.