Por favor no te cierres

269 22 3
                                    

Jessica Jones

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jessica Jones

"No sientas pena de los muertos, sino de los vivos y sobre todo de aquellos que viven sin amor"

Aquella frase está marcada en un libro de Harry Potter de primera edición que Jaden colecciona.

Si, es un libro irreal de fantasía, pero aquella oración no podría ser más cierta.

Fredd ya no está, se ha ido. Ya no puede sufrir, ya no puede sentir... pero Jaden y Peter si. Ellos tienen que vivir con el dolor constante de que nunca más volverán a ver a Fredd, ni escucharlo hablar por horas y contagiarse de su alegría sin fin.

No puedo creer que Fredd haya muerto y que Adam lo haya asesinado.

Fredd era un chico muy fácil de querer. Era dulce, simpático, divertido y atento con todo el mundo, aunque el mundo no lo fuera con él... y no puedo creer que haya tenido que morir.

Él, entre tantas personas... simplemente no lo merecía.

Jaden y Peter tampoco merecen pasar por todo esto.

Mañana es el funeral y no sé como hacer para ayudar a las dos personas que más me importan en esta vida. Esta noche Peter se quedó a dormir en la habitación de sobra de nuestro departamento y yo dormí con él. Lo abracé hasta que dejó de sollozar y finalmente pudo conciliar el sueño, por otro lado, Jaden no ha dejado de repetirme que quiere estar solo y se ha quedado encerrado en nuestra habitación.

Sé que se siente más que fatal.

Fredd era su mejor amigo y hermano, era su familia. No lo he visto llorar y lo conozco tanto que sé perfectamente que lo necesita. Necesita sacar todo ese dolor, pero no puede... no quiere.

Entro a la habitación de invitados con una bandeja en mis manos, Peter está recostado en la cama mirando la pared blanca de la habitación.

—Tienes que comer algo— le susurro dejando la bandeja a un lado

—No puedo dejar de pensar en él— susurra con la voz seca y agotada. Apenas ha podido dejar de llorar desde que Fredd murió.

Trago grueso, me siento en la cama y acaricio suavemente su brazo.

—Lo sé— susurro.

—Duele... duele demasiado... nunca antes había sentido algo así, es como si me estuviera destrozando por dentro y no supiera como mierda quitarme todo este dolor de encima, se siente... desesperante... ¿Por qué tuvo que pasarle esto a él?— se pregunta volviendo a derramar lágrimas.

Sé que no existen palabras que puedan consolarlo, pero también sé que puedo abrazarlo y demostrarle que estoy aquí y que siempre estaré para abrazarlo si desea llorar en el hombro de alguien.

Me recosté a su lado, abrazándolo fuertemente y él lloró en silencio.

Una hora después logré que comiera un poco y después de eso volvió a dormir.

Caminé por el pasillo y me detengo frente a la puerta de la habitación en la que Jaden está encerrado, nuestra habitación.

Jaden...

¿Cómo lo ayudo a superar algo como esto?

Sé que Fredd siempre estuvo para él, fue un amigo para Jaden y un novio para Peter increíble. Fredd era una increíble persona y punto.

Me armo de valor y giro la manilla de la puerta. La habitación está a oscuras con la ventana abierta y Jaden está fumando a un lado de esta, con su pantalón de pijama y sin remera.

—Quiero estar solo.— dice sin girarse a verme, cierro la puerta y me acerco a él— Dije que quiero estar solo.

—Tal vez, pero no es lo que necesitas.

Llevo mi mano a su hombro y lo acaricio un poco para luego dejar un suave beso allí.

—Por favor no te cierres, necesitas llorar su muerte... sentir lo que tengas que sentir— le susurro.

—No...— susurra.

—Jaden... habla conmigo— le pido y me ubico frente a él.

Traga grueso— No puedo Jess, déjame solo.

—Puedes pedirme lo que sea, Jaden, pero jamás te dejaré solo. Vamos, te lo pido... no te cierres, habla conmigo.

Tensa su mandíbula y mira por la ventana, evitando el contacto con mis ojos.

—Jaden... por favor, hazlo por mi. Necesitas soltar el dolor que te estás guardando. Vamos, mírame— le pido y tiro un poco de su brazo, mi corazón se rompe al verlo con la mirada tan rota... sus lágrimas están a nada de derramarse.

Suelta un suspiro y baja la mirada al suelo, camina de espaldas hasta que se sienta en el suelo mirando por la ventana y con la espalda apoyada en la cama. No tardo en sentarme a su lado.

—En el momento en que lo vi agonizando... comencé a sentir algo en mi garganta que no me deja respirar y...— deja de hablar y decido entrelazar sus dedos con los míos— Siempre sentí a Fredd como mi hermano, pero no fue hasta ese momento en el que me di cuenta que... realmente lo necesito en mi vida. Y ahora siento que si comienzo a mostrar o sacar este dolor que tengo dentro... ya... ya no podré detenerlo.

Me acerco a él y me siento en su regazo, con mis piernas abiertas y a los lados de las suyas, inmediatamente lo abrazo por el cuello. Jaden tarda un poco, pero finalmente hundo su rostro en la curva de mi cuello y rodea mi cintura fuertemente con sus brazos.

—No sé qué voy a hacer sin mi hermano—susurra con una voz temblorosa, una que nunca antes había escuchado de él. Entonces supe que había comenzado a soltar las lágrimas.

No pude evitarlo.

Pestañeé una vez y también solté algunas cuantas... Lloré porque una de las personas con la personalidad más linda que había conocido tuvo una muerte que no merecía, lloré porque veía a mi mejor amigo y al amor de mi vida sufrir más que nunca y no tengo ni puta idea de como ser una apoyo para ellos. No sé como ayudarles a que la tristeza sea más llevadera y me siento inútil, pero al mismo tiempo sé que no existen palabras de aliento y los abrazos lo suficientemente fuertes como para lograr algo así. 

Fredd va a dejar un vacío en nuestras vidas que nada va a poder llenar.

Escucho los pequeños sollozos de Jaden que sé que intenta contener. Me rompe el corazón ver a un hombre que siempre he visto como una roca volverse así de vulnerable. 

No sé cuanto tiempo estuvimos abrazados, pero mientras no soltara todas las lágrimas que necesitara soltar, no me iba a alejar un centímetro.

Me aparto un poco, pero acuno su rostro en mis manos.

—Vas a estar bien, ¿Si?— le susurro secando sus lágrimas, niega con la cabeza— Si, lo estarás, te lo prometo. Vas a estar de luto el tiempo que necesites y verás como de a poco el recuerdo de Fredd te va a ayudar a seguir adelante.

—Él no tenía que morir así...

—Lo sé, no se lo merecía.

—Es mi culpa— susurra y yo niego con la cabeza de inmediato.

—No, Jaden. No es tu culpa. Los únicos culpables de la muerte de Fredd son Adam y Verónica, ¿Me entiendes? Y te prometo que lo van a pagar, pero no vuelvas a decir algo como eso.

—Tengo que hacer algo— susurra entonces, tensando su mandíbula. De un segundo a otro la tristeza se fue su mirada, siendo reemplazada por algo parecido a la rabia y furia.

—¿Qué?

—Tengo que salir— dice y se aparta de mi para ponerse en pie y dirigirse fuera de la habitación.

—¿Qué? No, Jaden...

Lo sigo, pero cierra la puerta en mi cara. Suelto un suspiro y paso mis manos por mi cabello.

Nuestra Debilidad || #3 Trilogía NOSOTROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora