Nuestra Debilidad || #3 Trilogía NOSOTROS

Refuerzos

Jaden Tremblay

Me estoy volviendo loco.

No he dormido, no he comido... no puedo hacer nada. 

Tardaron un día entero en apagar el fuego del lugar, toda una mansión de Erik se quemó, por lo que estamos viviendo en la otra, la que estaba vacía. 

Dos días.

Han pasado dos malditos días y siento que me estoy ahogando.

He salido en el auto, he ido a los lugares que sé que le pertenecen a Verónica, la policía ha estado buscando por toda la ciudad y los alrededores, incluso Erik ha mandado a muchos de sus hombres a hacer una búsqueda, intervenir teléfonos... y nada. No hay ningún indicio, ni una pista, no hay nada.

Buscaron las patentes de los vehículos que vinieron ese día y los encontraron tirados en una carretera... no hay nada, no hay absolutamente nada que nos diga donde mierda tienen a Jess.

Nunca en mi vida había sentido tanta preocupación. Pienso en si tal vez la han golpeado, quizá lleva dos días sin comer, tal vez... tal vez no ha podido dormir, quizá está en un lugar oscuro. Jess no es fan de la oscuridad y... joder, como alguien la toque juro que...

—Mis hombres ya están listos para salir— dice Erik entrando a la bodega donde guarda sus armas, estoy eligiendo algunas para salir a buscar a Jess... otra vez.

—¿Y si se la llevó de San Francisco?

—La policía y mis hombres tienen todas las fronteras cubiertas.

Lo miro con la mandíbula tensa y miro mi al rededor. 

Joder... Kaira me traicionó, mi amiga de toda una vida. ¿Cómo puedo confiar en Erik? ¿Cómo puedo saber que no está con Kaira? Ellos son amigos. He estado pensado en eso una y otra vez.

—¿Qué pasa?— pregunta y niego con la cabeza.

—Iré por mi cuenta hoy.

—Jaden, entiendo que quieras encontrar a Jessica, pero Verónica puede intentar...

—Iré por mi cuenta hoy— digo en un tono más alto y se queda en silencio, suelta un suspiro.

—Bien, adelante.

Trago grueso y salgo de la bodega con unas cuantas armas, justo en el momento en el que iba a subirme al auto, escucho a Erik hablar detrás mío.

—No confías en mí, ¿Cierto?— pregunta y me quedo quieto, toco el arma en mis vaqueros.

—Confié en Kaira... la conocía de toda una vida. Confié en Xavier. Tu eras amigo de Kaira, habían pasado juntos todos estos años, ¿Cómo sé que no estás de su lado?— pregunto finalmente dándome media vuelta para encararlo.

—Jaden, me conoces. No soy un mal tipo.

—¡TAMBIÉN CREÍA CONOCER A KAIRA!

—¡PUES YO NO SOY ELLA! Y quieras o no, justo ahora soy todo el apoyo que tienes. Si no fuera por mi la policía no estaría ayudando como lo está haciendo, si no fuera por mi estarían ayudando a Verónica. Tienes mis armas a tu disposición y a mis hombres para que te ayuden en lo que necesites. Estoy invirtiendo mi tiempo en encontrar a una chica que apenas conozco para apoyarte.