Todo por una chaqueta [Lumity]

Cap 18°

Amity se paró frente al espejo de su tocador, mirando su reflejo con la mirada más seria que jamás había lanzado a nadie.

"Eres Amity Blight", se dijo a sí misma, "eres la bruja más inteligente, mala y poderosa de toda la brujería. Cualquier cosa que el mundo te arroje, la devuelves con mucha más ferocidad. Y ahora mismo, tú , Amity Blight, estas a punto de tener una cita con Luz Noceda, la chica de la que te has enamorado durante meses.

"¿Te estás volviendo loca? Claro. Pero puedes manejarlo. Lo has hecho bastante bien en el pasado al ocultar lo nervioso que te pone Luz, así que deberías hacer lo mismo aquí. Además, ahora sabes que los sentimientos son ¡mutuos! Lo que significa que no hay razón para entrar en pánico de todos modos cuando ella probablemente esté pasando por lo mismo. Así que tú. Deberías. Estar. Bien ... "

Amity gimió, mirando al suelo.

"¿A quién estás engañando? Estás tan jodida."

Alejándose del tocador, Amity luego cepilló los pliegues de su vestido rojo. No es que lo hibiera hecho 20 veces, para empezar.

"¿Sigues entrando en pánico?"

Desgarrando sus ojos de su vestido, Amity miró hacia arriba para ver a Edric y Emira apoyados contra el marco de la puerta de su habitación, ambos con sus características sonrisas de come mierda.

"Jodanse", respondió Amity mientras miraba hacia el espejo, revisando su maquillaje.

"¿Podrías relajarte por una vez en tu vida?", Bromeó Edric, "Te ves genial".

"Genial no es lo suficientemente bueno".

"Entonces te ves perfecta", corrigió Emira, "En serio, Luz tendría que inspeccionar tu rostro hasta el más mínimo detalle para siquiera notar si hay algo mal contigo".

"No corro ningún riesgo," Amity tomó su cepillo para hacer otro intento de manejar su salvaje melena de corte de pelo. Pero Emira quitó el cepillo con la misma rapidez con que lo hizo su hermana.

"Mitones, si sigues tratando de arreglar cada pequeña cosa, terminarás perdiendo tu cita por completo".

"Sí, no quieres que Luz piense que la dejaste plantado, ¿verdad?" Edric preguntó con una mueca en su ceja.

"Por favor, no voy a llegar tarde. Todavía tengo..." Amity revisó la hora en su pergamino, solo para que sus ojos se ensancharan 5 centímetros más cuando lo hizo. "¡Mierda, tengo cuarenta minutos! ¡Tengo que irme!"

Luego corrió a su armario, agarró el primer abrigo de invierno que pudo encontrar y corrió hacia la puerta. Antes de que Amity saliera corriendo, miró a sus hermanos y les lanzó una mirada furiosa a ambos.

"Por cierto", dijo, "si descubro que estabas mintiendo acerca de cómo me veo y resulta que había un granito que me perdí, los mataré a los dos".