chapter nine

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─Dead cabrón, ¿dónde estabas? Te estábamos esperando para sacar la maría pero Jørn no podía aguantarse.

─Se nota.─Elizabeth miró a Necro para darse cuenta de que iba tan colocado que no estaba escuchando nada de lo que habían dicho.
También vio cómo Dead se sentaba en una esquina de la mesa para, otra vez, ser ignorado.─Rubio, ven conmigo.

El chico la miró confundido, pero hizo caso y salió del antro con ella.

─¿Rubio?

─¿Eres rubio, no?─Sacó una cajita metálica de su sujetador, al abrirla sacó un cigarro y un mechero.─¿Fumas?

─Pero sólo no me sienta muy bien.

─Toma, alíñale.─Dijo dándole la caja.

Per sacó un papel de liar y se hizo un cigarrillo. Cuándo terminó, le devolvió el estuche y la chica lo guardó de nuevo.

─¿No es incómodo llevar eso ahí?─El chico inhaló la primera calada.

─Compruébalo tú mismo.

No dijeron nada más y siguieron dejando que el humo jodiera sus pulmones. Al final la vida sólo tiene un propósito; morir.
Al cabo de un rato el rubio volvió a hablar.

─¿Para qué me querías?

─¿Qué?

─¿Para qué me has traído fuera?

─Ah eso, no quería estar con ellos.

Dead frunció el ceño y Elisa se calló, no quería contarle por qué empezaba a odiar a los chicos. Algún día lo haría.

─Voy a dar un paseo.

─Te acompaño.─Dijo la chica apresurándose detrás de él.

La calle del pub era preciosa, más aún de noche. Frente al edificio no había más que un inmenso descampado vacío, apenas había unos árboles muy separados los unos de los otros y algún matorral.

─Deberíamos venir más seguido por aquí, no pasa nadie.

El chico asintió mirando al cielo; estaba oscuro y había algunas nubes, parecía que en cualquier momento se iba a poner a llover.

─¿Y para qué necesitas esa privacidad?

No respondió, de todas formas no habría sabido qué decir.
Tiró el cigarrillo al suelo y lo pisó, cuando se dio cuenta de que era una idiotez, así que lo recogió y lo tiró en la papelera más cercana.

─¿Qué haces?

─Tirar la colilla.─Contestó sonriente y echó a andar hacia el local, dejando al rubio sin más remedio que seguirla. Nunca antes había visto a nadie tirar el cigarro en una papelera, era lo más estúpido que se le habría ocurrido.
Habían vuelto a donde los chicos, pero estos ya estaban guardando los instrumentos en la furgoneta.

─¿Nos vamos?─Preguntó la chica llamando la atención de Euronymous.

─Necro se ha lanzado encima de una camarera y han llamado a la policía. Subid, nos vamos antes de que lleguen.

Dead y ella se acomodaron en los mismos asientos en los que habían estado al principio y esperaron a que llegaran los demás, que no tardaron demasiado en subir a la furgo y salir de allí a toda velocidad.

─Ha faltado poco.─Dijo Øystein.

─No cantes victoria tan rápido, esos cabrones de la policía no se van a dar la vuelta sin tener algo.─Afirmó Jessica.

WOMAN OF DARK DESIRES → pelle ohlinWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu