chapter two

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Eran cerca de las 9:00 cuándo Elizabeth se despertó alterada. Lo primero que hizo fue mirar el reloj, y cuándo vio la hora se sintió un poco más relajada. En ese momento recordó todo lo que había pasado la noche anterior; el chico reservado, su hermana con su estúpido novio y el problema que le tocaba solucionar esa misma mañana. Rápidamente se cambió la ropa y se adecentó lo máximo que pudo lo más silenciosamente posible, si llegaba a despertar a sus padres antes de arreglar el desastre que su hermana había formado, podía firmar el acta de muerte de ambas.
Cuándo estaba más o menos presentable, se asomó al cuarto de sus padres para comprobar que, efectivamente, estaban dormidos. Después de eso, bajó las escaleras y cogió el teléfono, marcando el número de Engla, rezando por que estuviese despierta.

─¿Diga?─La voz soñolienta de su amiga le sonó a gloria.

─Dios mío menos mal que has respondido, soy Elisa, escucha no sé si Jess te llegó a hablar de nuestro plan.

─Sí, algo de que no os podían pillar e íbais a estar en mi casa o no se qué, ¿qué cojones pasa con eso ahora? date prisa que quiero dormir.

─¿Están tus padres en casa?

─No.─Habló dudosa.

─Vale, necesito que en cuanto lleguen les digas que yo y Jessica hemos pasado la noche allí, y si hacen más preguntas, yo me fui a mitad porque no me encontraba bien.

─Lo que sea, ¿pero está tu hermana ya allí o sigue por ahí con Faust?

─Sigue con él, espero que vuelva pronto o lo va a joder todo.

─Mis padres volverán sobre las 11, espero que no llegue más tarde.

─Bueno sigue durmiendo, yo voy a fingir que lo hago.

─Buenas noches, capulla.

─Igualmente.

Eran las nueve de la mañana pero habían dormido unas 4 horas, así que para ellas seguía siendo de noche.
Elisa subió sigilosamente las escaleras y entró a su cuarto.
Su plan era bastante sencillo, una vez que sus padres se despertaran, le preguntarían a ella dónde estaba su hermana, entonces les diría que cuándo estaban en casa de Engla, se empezó a encontrar mal, pero dejó a Jessica para no joderle la noche. Así que supuestamente sí se les ocurría llamar a casa de su amiga, su hermana ya estaría de camino para entonces o ya habría llegado.
Dejó que las horas pasaran mientras se hacía la dormida.
En algún punto de la mañana sus padres abrieron levemente la puerta de su habitación, pero al verla "dormida" decidieron dejarlo estar hasta que llegase su hermana.
Cuándo no pudo alargarlo más, se levantó y fue a la cocina, esperando que su hermana hubiera llegado ya.

─Parece que alguien ha decidido levantarse.─Era su madre, estaba sentada con las manos en las rodillas en el sofá.

"Joder" pensó la chica, había estado evitando ese momento toda la mañana.

─¿Dónde está Jessica?─Su padre estaba sentado en la butaca frente al sofá.

─Seguirá en casa de Engla.

─¿Y por qué no estás allí tú también?─Habló su madre con un tono cansado.

─Me empecé a encontrar mal a medianoche, tuve que venir y tomarme una pastilla para la cabeza.

Sonaron unos nudillos golpeando la puerta de entrada y Elisa sintió el alivio entrando por sus fosas nasales y atravesando su garganta.
Sus padres se miraron resignados.

─Ya abro yo.─Habló su padre.

─Holaa, ¿estamos de reunión familiar?─Jessica entró con una sonrisa, intentando calmar el ambiente porque sabía que cuando llegase iba a estar tenso.

WOMAN OF DARK DESIRES → pelle ohlinWhere stories live. Discover now