─¡Buenos días!
Elisa abrió los ojos lentamente hasta recuperar plenamente la conciencia.
─¡Nos vamos a misa, fregad los platos y no traigáis a nadie a casa!─Después de eso se escuchó como la puerta de la entrada de cerraba bruscamente.
─¿Qué cojones...?─La chica se incorporó en la cama y notó como la cabeza de daba vueltas. Miró el reloj; no eran ni las diez de la mañana. Entonces antes de darle tiempo a parpadear, su hermana ya estaba apoyada en el marco de la puerta.
─¿Sabes lo que estoy pensando verdad?
─No, no vas a traer a Faust a casa, tenlo claro.
─Por supuesto que no mujer, vamos a ir nosotras a él.
─¿De qué estás-
─Voy a fregar, vístete. Rápido.
Jessica cerró la puerta y allí se quedó la pelinegra, sentada de piernas cruzadas en su cama aún más confundida que antes.
De todos modos, decidió hacerle caso a Jess, más que nada porque estaba deseando escuchar música y beber con gente de su estilo. Beber mucho.
Se puso una camiseta de Death y unos pantalones y botas negros. Hacía poco se había comprado un collar con una cruz invertida, así que decidió usarlo también.─¿Estás ya?─La rubia volvió a irrumpir en su habitación.
─A veces me pregunto de dónde sacas tanta energía. Y sí, estoy ya.
─Cuándo tengas novio lo entenderás. Me visto y nos vamos.
─A lo mejor no quiero tenerlo.─Ni siquiera ella misma se lo creía, pero no podía dejar que su hermana pensase lo contrario.
Jessica se vistió rápidamente con un vestido y unas converse y salieron de allí.─¿Puedo saber ya a dónde estamos yendo exactamente?
─A la casa Mayhem. Casi todas las mañanas se juntan a hacer el cabra, Faust también estará allí. Yo he ido alguna vez, se lo montan la hostia de bien.
─No dudaba que tu noviecito vaya a estar allí, estoy segura de que si no no irías.
─Cierra la boca, ya estamos llegando.
La casa Mayhem estaba a menos de un kilómetro de la suya, ambos hogares se encontraban rodeando el bosque.
─Parece la granja de los abuelos, qué mierda de casa.
─Cállate, ni siquiera la has visto por dentro. Además es un lugar de puta madre para ya sabes qué, no hay vecinos ni padres.
─Joder, ¿siempre tienes que estar pensando en esa mierda? Estás enferma. Bueno, llama o lo que sea.
Jessica golpeó la puerta con los nudillos un par de veces y enseguida apareció Euronymous para abrirla.
─Ah, eres tú. Faust, es tu mujercita.─Dijo rodando los ojos.─Y su hermana la antisocial.
─Antisocial tu puta madre.─Ni siquiera había sentado el culo y ya estaba de mal humor.─Solamente no me dedico a entrar en conversaciones absurdas como las de la otra noche.
─Parece que ya no eres tan calladita.
Euro cerró la puerta tras ellas y se sentó en el sofá en el que había estado antes.
Jessica subió directa al cuarto dónde solía estar Faust, y efectivamente allí estaba.─No sé qué se supone que hago yo aquí. Ni siquiera hay música.
─Eres muy exquisita para sólo habernos visto una vez.─Euro sólo la ignoraba y veía la tele.
YOU ARE READING
WOMAN OF DARK DESIRES → pelle ohlin
Fanfictionwhat are you gonna do when destiny decides?