La Duquesa De Edimburgo

Capítulo 10

Helena pudo notar en la expresión de Sofía que aquella oscura y triste verdad... le había afectado pero nunca pensó que demasiado y por un momento que lo mejor era que se fuera para dejar a la Duquesa pensar y quizás tuvieran la oportunidad de conversar un poco más sobre el tema.

Estuvo a punto de irse cuando Sofía la detuvo llamándola por su nombre, ella se detuvo y miró por encima de su hombro para después mirar de frente a la Duquesa.

—Helena, una última pregunta. ¿Por qué Annabella creó la "Estrella de la Lealtad"?

—Porque ella no soportaba que otras brujas blancas tuvieran un 'Compañero' que las amaran y cuidaran sinceramente. Mientras que ella vivía en la soledad y la tristeza.—Respondió Helena con una voz neutra con una mezcla de pesar.

—Por eso huiste... porque no deseabas vivir el mismo que las demás. Pero... ¿No hiciste nada para impedirlo?

—No, Sofía si traté de hacer algo, traté de convencer a Annabella de que no lo hiciera pero no me escuchó... ya no había rastro alguno de antigua Annabella que era una Líder justa y sensata. Pero pude encontrar la forma de eliminar la marca con un poderoso encantamiento que yo creé por si algo como esto llegaba a pasar. Eres una de las pocas brujas que ha sobrevivido a algo como esto Sofía, porque la mayoría muere cuando encuentran a su 'Compañero' o 'Compañera' y se enamoran inevitablemente.

Sofía pensó un momento en ello y después un recuerdo golpeó en su mente provocando que abriera los ojos en grande y respirando con dificultad, Damien al percatarse de ello trató de tranquilizarla tomando su mano, pero no fue suficiente y entonces optó por abrazarla. Eso hizo y ella se tranquilizó lo suficiente para decir:

—Recordé algo...—Damien la soltó y no podía creer lo que Sofía le decía.

—¿Qué recordaste?—Preguntó Helena.

—Recordé que estaba dentro de una habitación... discutiendo con Damien y de un momento a otro salí furiosa de ahí luego de habernos besado...—Se sonrojó y evadió con la mirada a Damien—Después... salí al bosque y grité de una forma desgarradora, la marca en mi brazo comenzó arde y entré al castillo, sabía lo que estaba ocurriendo de alguna manera sabía que... moriría. No sé por qué lo sabía, simplemente lo supe.—Habló confundida por el recuerdo que le parecía tan... lejano pero a la vez tan cercano.

—Sofía... tu memoria está regresando, debido a que eliminamos la "Estrella de la Lealtad" de tu cuerpo que era como un veneno que estaba carcomiéndote tanto física como emocionalmente, al ser mitad licántropo eso te ayudó a soportar la marca y que no acabara tan rápido con tu vida.—Respondió Helena.

—Es cierto... las veces que la marca intentó matarme, mis instintos de licántropo tomando el control. Pero gracias a eso supongo que ahora es que estoy viva y vivo para contarlo.—Damien tomó su mano y ella sonrió.

—Helena... gracias otra vez por lo que hiciste por mí, estoy en deuda contigo.—Helena sonrió en respuesta y se retiró dejando a la Duquesa descansar con la condición de que se quedara en el castillo por una noche como muestra de agradecimiento. La Bruja aceptó por cortesía.

(***)

A la mañana siguiente Helena se fue del castillo con la promesa de regresar en mejores circunstancias aunque eso era un deseo que todos sabían que no sería cumplido a menos que el destino y las circunstancias de este lo permitiesen.

Mientras tanto Mary estaba al borde de la locura, soportando aquel licántropo que le pisaba los talones a donde fuera, no le agradaba para nada la idea de tener un 'Compañero' y mucho menos un Beta posesivo, celoso, arrogante, entre otras.

Para ella Max era peor que un dolor de muelas, era su dolor de muelas disponible a las veinticuatro horas del día.

Intentó de todas las formas esconderse del Beta, pero siempre la descubría y no podía usar el hechizo para camuflar su olor porque la luna llena ya había pasado y tenía que esperar hasta la próxima luna llena, estaba ansiosa y no sabía qué hacer.

Sofía no le ayudaba en absoluto, al contrario alentaba a Max para que fuera tras ella y eso molestó mucho a Mary porque la Duquesa no le brindó ninguna clase de ayuda o apoyo. Además de eso Sofía le pidió que ya no le llamara 'Duquesa' sino Sofía. Mary se mostró un poco renuente al principio pero después aceptó hacerlo.

—¡Maldita sea!—Exclamó Mary.—¿Qué tengo que hacer para me dejes en paz?—Max sonrió con cinismo.

—Deja que te marque y te dejo en paz.—Los ojos de Mary casi se le salían de su órbita cuando le dijeron eso. Pensó que era una broma, pero al ver que Max hablaba enserio se dio cuenta de que no era broma.

—¡¿QUÉ?!—Gritó sorprendida.

Todos en el castillo escucharon y trataron de no reírse pero fue inevitable, era la primera vez que veían a Mary tan nerviosa y asustada, en verdad era para reírse.

—Así como lo oyes, déjame marcarte y te dejaré en paz el resto del día. Tú eliges.—Dijo Max con una arrogante sonrisa.

Mary tenía ganas de arrancarle la cabeza a Max pero por alguna razón se contuvo y ella jamás se contenía cuando alguien la hacía enojar enserio, ese Beta la sacaba de sus casillas y provocaba que ella se volviese loca.

—Está bien... hazlo antes de que me arrepienta.—Bajó el tirante de su vestido mostrando su hombro y su cuello.

Inmediatamente los ojos de Max se oscurecieron y tomó de la cintura a Mary, le repartió besos por el cuello y cuando menos Mary se lo esperó ya estaba siendo marcada por Max. Después de eso cayó en la inconsciencia de la oscuridad.

Max sacó sus caninos y pasó su lengua por el cuello de Mary para cerrar la herida que había dejado. Sonrió satisfecho y llevó a su 'Compañera' cargando en brazos hasta sus aposentos para que descansara.

(***)

Rato después Sofía estaba buscando a Mary cuando se topó con Max quien tenía una sonrisa de oreja a ojera. Le llamó la atención y dijo:

—¿Por qué tan sonriente? ¿Mary cayó en tus encantos?—Preguntó burlona.

—No Duquesa, mejor aún. Me dejó marcarla.—La cara de Sofía era un poema, no podía creerlo... ¡Mary se dejó marcar! ¡Era una locura!

—P-Pero... ¿Cómo?—Preguntó incrédula de la sorpresa.

—Así como lo oye Duquesa. Marqué a mi 'Compañera', ella es y seguirá siendo mía.—Habló Max con mucha seriedad.

—¡Wow! No me queda otra cosa más que... decirte... Felicitaciones.

—Gracias Duquesa.—Sofía sonrió en respuesta y después su semblante se volvió serio, miró a Max con advertencia para después estamparlo contra una pared sujetándole con el antebrazo con fuerza sobre su cuello.

—Le haces algo a Mary y me entero... rogarás nunca haber nacido. ¿Entendiste?—Max asintió asustado y Sofía lo soltó.—Perfecto... ahora si me disculpas tengo que irme, si Damien me encuentra fuera de la cama, me llevará cargando devuelta y no quiero eso. Recuerda: No me has visto.—Max asintió y la Duquesa se fue rápidamente.

Max suspiró pesadamente y murmuró:

—Brujas... sí que dan miedo.—Siguió su camino hacia la habitación de Mary para cuidarla todo el tiempo que estuviera inconsciente.