Capítulo 8

346 35 0
                                    

El tiempo se acababa y todavía no había noticias sobre Helena Castle, era como si la misma tierra se la hubiese tragado y esfumado sin dejar rastro alguno de ella. Sofía ya estaba en una situación crítica en la cual se estaba debatiendo entre la vida y la muerte misma.

Había muerto una vez hace 500 años y volvería a morir sino recibía ayuda inmediata, todos estaban desesperados y la agonía era real, la pesadilla todavía continuaba. Damien estaba a punto de volverse loco de la desesperación cuando a lo lejos vio a una mujer acercándose a su dirección.

Aquella mujer era la representación auténtica de una hembra gitana. Piel canela, ojos negros como aceituna, largas pestañas y tupidas, cejas negras y marcadas, largos bucles oscuros como la noche, labios gruesos, facciones delicadas iguales a las de un ángel, era delgada con curvas de modelo y busto.

Incluso vestía como una auténtica gitana, la parte superior del vestido era blanco y las mangas de este caían suavemente sobre sus hombros mostrando su delicada piel canela, la falda era de un verde oscuro y en la cintura tenía atada una tela ancha negra que le sostenía el vestido y lo mantenía sujetado con un nudo sencillo y llevaba puestas sandalias de cuero.

Miró al Alpha y vio en su mirada desesperación, miedo, locura, tristeza y todas las anteriores, pero vio cierto de esperanza en sus ojos y supo que tenía que hacer algo para que dejara de sufrir.

Se detuvo justo frente a él y dijo:

—Sé que necesitan de mi ayuda y vengo a darla.—Habló con sincera tranquilidad en su voz. El Alpha levantó la mirada y vio que aquella mujer decía la verdad.

—¿Eres Helena Castle?—Helena asintió en respuesta con una sonrisa. Que pronto se desvaneció al darse de que el tiempo se estaba agotando.

—Vamos, la Duquesa debe ser salvada.—Damien asintió y fue con Helena en dirección al castillo de Edimburgo.

(***)

Llegaron en poco tiempo y cuando llegaron la estrella en el brazo de Sofía se había extendido más de lo que Helena esperaba, pero había esperanzas de poder remover por completo la marca.

—Esta estrella... fue un error en crearla y más aún marcar a las nuestras.—Dijo Helena al ver el avance de dicha estrella. Estaba horrorizada al ver que realmente usaron lo que hace años ella tuvo en contra. Y ahora veía con sus propios ojos las consecuencias de los errores de la antigua Duquesa antes de Sofía que cometió al marcar a todas las brujas blancas con dicha estrella.

—¿Se puede eliminar?—Preguntó Damien.—Si, se puede eliminar estamos a tiempo de evitar una tragedia.—Respondió Helena con seguridad.

Entonces Mary y Helena se pusieron manos a la obra y comenzaron el proceso de eliminación con un poderoso encantamiento que solo podía ser hecho por dos brujas blancas juntas. Era un proceso sumamente doloroso pero necesario para salvar a Sofía y evitar que muriese.

Damien y Max se quedaron en la habitación sosteniendo a Sofía de las muñecas y tobillos con fuerza cada uno para evitar que comenzara a retorcerse aunque iba a ser complicado evitarlo del todo.

(***)

Sofía gritaba y se retorcía tratando de liberarse pero no pudo hacerlo porque dos licántropos la estaban sosteniendo como si llevase cadenas y grilletes en las muñecas y tobillos.

La Estrella estaba siendo eliminada sin dificultades por el momento, pero todavía había que esperar a ver cómo reaccionaba Sofía luego de ello. La posibilidad de que cayera en coma o despertarse olvidando todo y a todos era aterradora.

Damien temía porque Sofía no reaccionara, la pérdida de memoria era lo de menos para él, si era un precio que se tenía que pagar por salvarle la vida que así fuera, porque él amaba sin importar que lo recordara o no.

La Duquesa De Edimburgo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora