Capítulo 6

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Pasó una semana desde aquel episodio de pesadilla Sofía tuvo, por un lado estaba tranquila porque por un lado había podio conciliar el sueño, pero por el otro... no sabía por qué había soñado con ese hombre misterioso para ella y mucho menos con la diosa Luna. Eran más dudas que respuestas lo que vagaba por su mente.

Así que tuvo que conformarse con que solo fue un sueño más y que ni ese hombre misterioso ni ella tenían conexión alguna. Pero por dentro sabía que era una gran mentira, era su orgullo el que siempre perseveraba ante todo y más aún en los asuntos del corazón.

Aunque por alguna razón sentía que había algo distinto en Damien pero no podía percibir qué era, sus instintos de licántropo se nublaban cada vez que lo veía... que habían sido pocas veces, pero esas pocas veces le hicieron darse cuenta de ello.

En cambio su parte bruja era la más inquieta en ese momento, tenía curiosidad y duda por conocer más Damien, pero no sabía por qué y no lo entendía en absoluto... era tan... irreal todo lo que estaba viviendo y pasando. Todo lo sentía como un sueño del cual estaba a punto de despertar pero nuevamente el sueño continúa y no tiene final alguno... es inconcluso. En pocas palabras. Optó por salir a caminar a despejar su mente y aclarar sus ideas.

(***)

Mientras tanto Damien estaba sentado en la rama de un árbol, mirando hacia el castillo de Edimburgo, preguntándose qué estaría haciendo Sofía, aunque tenía curiosidad por ir a ver sabía qué si lo hacía... recibiría una paliza por parte de la Duquesa.

Así que optó por no hacerlo y permanecer al margen, pese a que su lobo interior le pedía a gritos que fuera hacia ella y se  la llevara con él sin importar qué. La idea era sumamente tentadora pero cuando estaba por tomar una decisión vio a lo lejos a Sofía caminando por el bosque vistiendo una blusa térmica color negro con cuello alto, encima un chaleco térmico gris y mallas negras de ejercicio para el frío y tenis del mismo color. Su cabello estaba sujeto a una coleta de caballo un tanto desordenada y llevaba puestos unos audífonos negros inalámbricos para ejercicio.

Miraba el bosque con cierta curiosidad como si nadie más que ella existiera en el lugar, Damien la miró con discreción y se ocultó entre los árboles evitando ser visto por Sofía. Pero dicha discreción fue descubierta por la misma Duquesa quien se quitó los audífonos y se los colgó detrás del cuello. Arqueó una ceja y supo que Damien estaba ahí. Suspiró pesadamente mirando al suelo un momento, levantó la mirada y dijo:

—Baja de ahí...—Habló con mucha tranquilidad.

El Alpha salió de su escondite y bajó de ahí, al ver a la Duquesa ahí no sabía qué decir pero la sonrisa burlona de ella le dijo todas la respuestas a las dudas que tenía acerca de cómo lo había descubierto.

—Hueles a pinos y lavanda... por eso supe que estabas ahí.—Damien abrió los ojos en grande al saber que su 'Compañera' percibía su olor, el olor que lo reconocía como 'Compañero' de ella.

—¿Sabes...? Por alguna extraña razón, desde el primer día que nos conocimos supe que éramos Mates, pero... no siento del todo la conexión... no sé por qué. Aunque tengo el presentimiento de que pronto sabremos la verdad.—Habló Sofía con mucha tranquilidad y paz en su voz.

Y Damien deseaba que cuando ella recuperase la memoria, su reacción fue igual de tranquila cuando Sofía se enterase de la verdad.

—¿Cómo lo supiste? ¿Desde cuándo?

—Desde que me llevaste a casa esa noche que estaba sola y ebria en mi auto. Hay mismo supe quién eras, pero no dije nada porque no quería que hubiese malos entendidos entre nosotros y se convirtiera en un gran problema. Por eso opté por no decir nada.—Sofía sonrió cálidamente.

—Sofía... ¿Recuerdas quién soy? ¿Recuerdas algo del pasado?—Sofía frunció el ceño ante la duda tan extraña que Damien le había hecho, veía en sus ojos que tenía la esperanza de que lo recordase aunque fuera sólo un poco.

Entonces ella negó con la cabeza, pero después dijo:

—No, pero... siento que te he visto antes, aunque no sé de dónde exactamente siéndote honesta... no lo sé.—El Alpha se desanimó un poco por un lado pero por el otro estaba contento de recordara haberlo visto antes por lo menos era un pequeño avance.

—M-Me tengo ir... adiós.—Sofía se retiró un tanto nerviosa y Damien se percató la presencia de la estrella en el brazo de Sofía, sabía que algo no estaba bien en ella y debía averiguar qué clase de hechizo utilizaron para dibujar la marca sobre la piel de su 'Compañera'.

La vio irse caminando con cierta cautela y cuidado como si alguien la estuviera vigilando de lejos o de cerca, porque Sofía volteaba a ambos lados, aunque no había nada ni nadie a su alrededor; pero eso no significaba que ella no pudiera ver lo que la estaba inquietando.

Damien frunció el ceño y cuando menos se dio cuenta... Sofía había colapsado en el suelo inconsciente. El Alpha fue hacia ella rápidamente, la tomó en sus brazos cargando y la llevó corriendo de vuelta al castillo.

Durante el trayecto Sofía empezó a murmurar cosas sin sentido que Damien en un principio no había entendido pero ella siguió murmurando y lo siguiente que dejó perplejo a Damien.

Perdóname...

Perdóname...

Siguió repitiendo por el resto del camino, hasta llegar al castillo de Edimburgo, la primera persona que los recibió fue Mary la doncella personal de Sofía, quien al ver a la Duquesa en aquel estado, estaba más que preocupada por su mirada había algo que sabía de Sofía y que muy pronto Damien se enteraría.

Entraron al castillo y fueron directamente a la habitación de Sofía donde la recostaron en su cama y la arroparon luego de sacarle los zapatos.

—Rey Alpha, ¿Qué sucedió?—Preguntó Mary seriamente mirando a Sofía teniendo otro ataque de ansiedad estando inconsciente.

—Ella iba caminando tranquila en un principio cuando vi que estaba volteando a todos lados y fue ahí donde se desmayó. No sé qué pudo haber visto.

Mary negó con la cabeza.

—Majestad... la Duquesa tiene una Estrella en el brazo derecho que le impide sentir emoción o sentimiento alguno, además de ser un símbolo de lealtad entre nosotras las brujas. En el caso de ella—Señaló a Sofía—sus ataques de ansiedad, insomnio y recuerdos, la han atormentado cada día, cada noche. Ella no lo dice por hacerse la fuerte pero la conozco y sé cómo es ella.

—Entonces... ¿Qué haremos?—Preguntó Damien preocupado.

Mary lo pensó un momento y sabía que su decisión le costaría su estadía o vida dentro de la tribu, pero en ese momento no le importaba.

—Tendremos que borrar la Estrella de su brazo, pero...

—¿Pero qué?—Habló el Alpha con dureza.—Pero... no podré lograrlo sola a menos de que me ayude otra bruja blanca que esté dispuesta a ayudar sin importar qué.

—Dime el nombre.—Damien estaba desesperado y era capaz de lo que sea por el bienestar y seguridad de Sofía.

—Se llama Helena Castle, es la bruja más poderosa e importante en toda la tribu de las brujas blancas. Ella es la única que realmente aceptará ayudar. Pero hay un problema.

—¿Cuál?—Preguntó Damien todavía más ansioso.

—Si logramos remover la estrella, ¿Sofía estará bien? Si, ella estará bien. Pero cuando terminemos dicho proceso hay dos posibilidades. La primera que despierte y olvide todo hasta a usted y a mí. La segunda... puede caer en un estado de coma del cual no se sabe si despertaría o no.

—¿Entonces?—Preguntó Damien con un nudo en la garganta.

—Entonces... no queda de otra más que intentarlo, si queremos evitar que sufra más hasta morir.

—Mandaré a gente a que busque a Helena Castle y la traigan. ¿De acuerdo? Cuida a Sofía, ahora vuelvo.—Mary asintió en respuesta rogando a la diosa Luna que la Duquesa recibiera la ayuda que necesitaba lo más pronto posible. Damien se fue con la esperanza de encontrar a Helena y pronto.

La Duquesa De Edimburgo Where stories live. Discover now