Capítulo 18

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Nos encontrábamos en la oficina de archivos de Scotland Yard. Pudimos entrar por la ventana de la oficina, pero terminamos siendo descubiertos por el hermano de Abberline, Edward.

Ciel: Que suerte tuvimos de que el Señor Randall esté ausente.

Edward: Por favor, dejen de hacer eso. Si el comisario se entera de esto...

Ciel: No pasará nada si no se entera.

Edward: ¡Pero esto es un tercer piso! ¿como entraron?

______: Eso es lo de menos, Edward.

Edward: ______-san, ¿Por qué no vuelves? Nos haces tanta falta a María y a mí —tomó mi mano y la besó.

______: Dile a María que la visitaré cuando pueda —me solté de su agarre.

Ciel: ______, Sebastian, vamos.

______: Adiós Ed, salúdame a la pequeña Abby.

El hermano de Abberline asintió embobado. Cuando salimos del edificio, volvimos al carruaje y nos dirigimos a la tienda de Undertaker, entramos y todo estaba siendo iluminado por velas. Nos acercamos al sepulturero, quién pedía a cambio de información, unas buenas carcajadas. Como siempre.
Ante las burlas del peligris hacia el menor, Ciel nos ordenó esperar a Sebas y a mi afuera.

______: ¿Seguro que lo hará?

Sebastian: Quiero creer que sí, por algo nos hizo salir —soltó una pequeña risa.

Ambos esperamos y esperamos, hasta que se hizo de noche y oímos una no muy escandalosa risa de parte de Undertaker y volvimos a entrar al lugar.

Undertaker: Y pensar que el famoso conde Phantomhive llegaría hasta ese punto... —el menor estaba sonrojado de la vergüenza.

______: ¿Se puede saber que hizo? —dije acomodando su cabello.

Ciel: No pregunten...

Sebastian: Vaya, si es por la Reina, hasta hace algún truco. Realmente parece un perro.

Ciel: Cállate... Bien ya pagamos tú recompensa, ahora, háblanos de los niños

Undertaker: No están —Ciel y Sebas lo vieron confundido— Esos niños no están entre mis clientes.

______: En otras palabras ¿Quieres decir que no sabes nada sobre este caso?

Undertaker: No dije eso. Sé que no sé nada, ciertamente.

Sebastian: Si tú no sabes nada, quiere decir que nadie mató a los niños...

Ciel: Si no hay cadáveres en ninguna parte, los niños siguen con vida. Entonces no nos queda más opción que investigar el circo directamente. Entonces, está decidido. Vámonos, Sebastian, ______.

Estábamos por irnos hasta que el sepulturero llamó al conde.

Undertaker: Una persona tiene una sola alma, será mejor que la cuide...

Ciel: Eso ya lo sé —dijo serio.

Abandonamos la funeraria para luego, dirigirnos al circo.
La verdad todo era muy lindo, pero no me terminaba de gustar.
Entramos a la carpa, donde se realizaría la función y nos sentamos en nuestros respectivos lugares. El lugar era grande y había demasiada gente.
Un muchacho de pelo naranja estaba siendo iluminado por un reflector en medio.

Xx: ¡Señoras y señores! Bienvenidos al circo de El Arca de Noé. Yo soy Joker, y por favor no olviden mi nombre —dijo, haciendo malabares con unas cuantas pelotas de colores.

Se le cayeron todas, siendo parte del show, sacándose una de la boca, haciendo reír a todos. Nos percatamos de su mano, la cual era muy extraña.

Ciel: Una extremidad artificial —murmuro.

New Maid (Sebastián Michaelis y tu)Where stories live. Discover now