Capítulo 6

2K 175 2
                                    

Al cabo de unos días, ya en la mansión, los días volvieron a ser los de antes. Iguales y aburridos. Me despierto con demasiada pereza, Mey no me había llamado. Veo el reloj de la pared y era las... ¡¿TRES DE LA TARDE?!. Rápidamente me cambio por mi uniforme y salgo de la habitación, dirigiéndome a la cocina la cual, estaba con los trastes del día anterior y unos cuántos más. Que raro que los chicos no estén.

Me dispuse a lavar la cantidad infinita de platos, limpio la mesada y la cocina, juntando toda la mugre en una bolsa de basura, la ato y salgo por la puerta trasera para tirarla, encontrándome un animalito curioso... un gato negro.
Este maúlla y se pasa entre mis piernas, lo alzo y me siento en las escaleras fuera de la mansión. Puse al felino entre mis piernas mientras lo acariciaba hasta que siento una presencia detrás mío.

______: S-sebastian, yo... —no emite palabra, sentándose a mi lado, arrebatándome al gato de mi regazo— ¡Oye, lo tenía yo!

Sebastian: Que cuerpo flexible y que patas tan suaves —me ignora, acariciando al felino, tocando sus patas— Los gatos son adorables —me mira y sonrío, el me devuelve el gesto y toco al gato en sus piernas.

El sabueso, que estaba presenciando todo, se transforma en humano, revoleando al gato por los aires, pasando su rostro por el torso de Sebastian. ¿Como no tenerle envidia al peligris?

Sebastian: ¿Por qué siempre me tienen que interrumpir? —suspira y Pluto seguía sollozando en su pecho, luego se separa y lame su mejilla.

______: ¿Sabes donde están Mey, Bard y Fi...

Sebastian: Esos tres están haciendo todo menos su trabajo —dice revoleando los ojos.

El peligris se acerca a mí, olfateando desde mis manos hasta mi cuello, cosa que me puso incomoda. Se acercaba cada vez más y más y continué retrocediendo hasta chocar con el mayordomo. Ambos hicimos contacto visual hasta que sentía húmeda mi mejilla.

______: ¡Pluto! —este se tira encima mío, haciéndome chocar en el regazo del pelinegro. Sebastian ni se movía— ¡Oye, quítamelo! Pesa demasiado ¡Además está desnudo!

Sebastian: E-eh si —dice sonrojado.

Noto su mirada sobre mi y me percato de la posición incómoda en la que nos encontrábamos.
Me incorporo y Michaelis también, no dice nada y se retira, dejándome sola con el sabueso-humano. Pluto se acerca a mi, lentamente y roza mi mano. Acaricio sus cabellos y me tira, acostándose en mi regazo. Sinceramente no sé por qué a Sebastian le incomoda, bueno, salvo el hecho de que no tenga ropa, pero era adorable en cierto modo.

Pluto minutos después se fue, dejándome sola. Entro a la mansión y me encuentro con el amo y Lau detrás de una de las columnas, espiando a Sebastian y a un tipo que había quedado hipnotizado, observando a Ran-Mao. Los dos avanzaron hasta desaparecer de nuestra vista. Luego se suma el trío de mis amigos

______: ¿Que se supone que están haciendo? —me cruzo de brazos.

Mey: Tratamos de sacarle una foto a Sebastian. —me comenta señalando a Bard con una cámara en mano.

______: ¿Y por qué no se la piden?—pregunto obvia.

Ciel: No tenemos tiempo, además está ocupado. Lo haremos así. —dice restándole importancia.

Los seis abandonaron el salón, a lo que decido ordenar algunas habitaciones, hasta que la noche cae. Seguro el amo pudo lograr su objetivo. Me dirijo al piso de arriba, oyendo el grito de los dos rubios y mi amiga, Pluto saliendo de la habitación de donde provenían los gritos.
Sigo al canino humano hasta que llega al lado de Sebastian, y éste le da un hueso como premio.

______: Esto no es algo que ves todos los días... el amante de los gatos junto a un sabueso endemoniado —suelto una risa, cruzándome de brazos.

Sebastian: ¿Qué te puedo decir? —ríe— Por favor, duerme afuera —le pide a Pluto— Y tú —me mira— Sígueme...

______: ¿A qué se debe que el amo haya querido sacarte una foto? —pregunto curiosa.

Sebastian: La cámara que Bard tenía es... especial. Cuando le tomas una fotografía a alguien, sale al lado la persona a la que más estima uno. Esta vez el amo organizó un plan bastante elaborado.

______: Entiendo...

Ambos entramos al despacho del amo, quién estaba dormido en la silla de su escritorio.
Sebastian observa la cámara y luego a mí.

Sebastian: ¿Sabes usarla? —pregunta.

Asiento obvia y se posiciona al lado del amo, acomodo la cámara y apunto a los dos. Saco la foto y le paso la cámara al mayordomo.

Sebastian: Gracias. Puedes irte si quieres...

Asiento por segunda vez y me retiro del despacho del amo, había notado anteriormente como Pluto se coló en la foto, apareciendo colgado en la ventana.
Entro a mi habitación, me cambio y acuesto en mi cama, Mey ya estaba durmiendo. Y consigo conciliar el sueño de inmediato.

[...]

Han pasado dos días. El día anterior, el amo y Sebastian fueron a un evento. La "feria de invierno " la cual se realizó sobre el congelado río Támesis.
Me encontraba con mis compañeros, juntando las hojas de la entrada de la mansión.

Finny: ¿Por qué no podemos celebrar? Mañana es... —comenta cabizbajo.

______: ¿Qué sucede mañana? —pregunto.

Mey: Es una ocasión especial...

Un carruaje venía acercándose velozmente a la mansión, de la ventana de este pudimos ver a Lizzie, quién saludaba alegremente. Mis amigos quedaron sorprendidos por la inesperada visita de la rubia.
La niña abre la puerta de la mansión y sale corriendo, tomando en brazos a Ciel y girándolo. Paula se puso a mi lado y me abraza, lo cual, correspondo. Prestamos atención a la escena de los dos menores. La rubia le entrega al amo una cajita con un moño hasta que frena al ojiazul. Se queda mirando su anillo. Luego, le arrebata el pequeño presente y junto a Paula salieron de la mansión, rápidamente.

Ciel: ¿Para qué vino Lizzie? —me mira, a lo que yo alzo los hombros confundida.

Sebastian: Mañana es su cumpleaños —observo de reojo al mayordomo, sorprendida— Tal vez sea por eso.

El amo se queda unos cuantos segundos sin decir nada, hasta que se retira, no sin antes ordenar a su mayordomo que le lleve té a su habitación.
Al cabo de unas horas hasta que anochece, el teléfono de la mansión suena. Iba a contestar pero Sebastian se me adelanta, para luego colgar y mostrarme una mirada de preocupación.

______: Di algo ¡Sebastian! —lo agarro de los hombros y lo sacudo.

Sebastian: La señorita Elizabeth desapareció.

Abro los ojos como platos. Sentía mis ojos llorosos. El mayordomo se dirigía al despacho del amo, conmigo detrás suyo. Ambos entramos y le informamos sobre la desaparición de Lizzie.
El amo mencionó casos de desapariciones de niñas, las cuales estaban vinculadas con un anillo, el diamante Hope y que quizá esté relacionado con lo que le sucedió a Lizzie.

Los tres salimos en carruaje hacia donde nos indicó Paula que había perdido a Lizzie.
Ciel le ordena al ojirojo hacer una lista de sospechosos y personas que hayan conocido a las víctimas de secuestros.
Michaelis abandona el carruaje, dejándonos al amo y a mí el resto.






_____________________________

fecha de publicación: 10/07/2021
Hola boniss, como están? Espero que bien
Cualquier falta de ortografía me avisan pliss😭🤡

corregido: 29/09/22
corregido: 17/05/23-03/09/24

New Maid || Sebastian Michaelis y tu || Corrigiendoजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें