Flechado

1.3K 177 99
                                    

❝ You hit me with a call to your place

✦•······················•✦•······················•✦

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

✦•······················•✦•······················•✦

Toni secó su cabello húmedo con una toalla blanca. 

La sesión de natación de su club extracurricular (ni tan extra, porque era casi una obligación del rector Josecristo) estaba a su final. 

El Omega salió corriendo a los vestidores ni bien Hai sopló el silbato para acabar la clase y se cambió lo más rápido que pudo. Tendría que ir a recoger a Gustabo de su propio club, pues no le contestaba el teléfono y, conociéndolo, igual había olvidado que tenían algo importante que hacer. 

Evadiendo personas, licenciados y al mismo Hai, llegó al pasillo. Ya ahí, Raúl Salinas, que salía de su propia clase, se quedó parado mirándole. 

"No seas cobarde, Raúl. Invítalo a salir", le había aconsejado García el día anterior. 

Su experiencia en relaciones era problemática. De hecho, su única pareja estable de los últimos tres años, teniendo en cuenta sus otras cinco, había sido Sabrina. Cómicamente, ni siquiera recuerda como rayos la conoció, o dónde, o qué estaba haciendo cuando la vio por primera vez. Muy probable era que ambos hubieran andado de farra, con luces neones intermitentes de un club como imagen de fondo. Y su amigo García (aún no lo perdonaba, pero era el único que lo soportaba a ese nivel), tenía la boca llena de verdad. Lo que un día fue, ya no sería. 

Dando pasitos dubitativos, Salinas fue detrás del Omega, después de pensárselo tanto. 

—¡Toni! —llamó, intensificando sus pasos para quedar hombro a hombro—. ¿Qué tal? 

—Hombre, Salinas. ¿Cómo te fue al final? Con aquello —el rubio le dedicó una sonrisita, sin dejar de aminorar el paso. 

Raúl notó que Toni tenía labios bonitos. El superior tenía el arco de cupido muy marcado, ligero y delgado, al contrario del inferior, que tenía más volumen. Sus ojos también eran entrañables, surcados por pestañas rubias que casi parecían brillar con la luz gracias a su claridad. 

—Me fue bien —respondió, sin despegar su vista de las facciones ajenas—, ¿tienes algo qué hacer ahora en la tarde? —poniéndose nervioso a último momento por no querer dar una imagen de sí mismo tan intensa, agregó— Digo, así podríamos ir a algún lugar... Han abierto una feria en Los Santos y pensé que...

—Por desgracia sí tengo algo que hacer, pero podemos ir a esa feria cuando quieras. 

Ahora se pone tímido, pensó Toni, pero cuando lo llevamos a su casa, hasta me dijo culona y me apretó el trasero. Varias veces. 

Hermanos CaóticosWhere stories live. Discover now