A Horacio el pasado lo atormenta. Para Toni el futuro es incierto. Gustabo no sabe qué hacer con su presente y Carlo tiene que aprender a lidiar con sus tres hermanos menores mientras batalla contra sus propios problemas.
❱Créditos de los dibujos...
—Llevan los impulsos fuera del cerebro hacia los músculos y las glándulas. Por ejemplo, si quisiera pegarte una patada, esas neuronas me ayudan a dártela.
Horacio alejó el libro que tenía anotaciones chuecas e inteligibles con lapicero azul de su rostro, parpadeando extrañado. Delante suya, Gustabo dibujaba sobre una página en blanco a un Carlo-dragón-escupe-fuego. O algo así dijo que se interpretaba su garabato.
—¿Y piensas poner eso en el laboratorio?
—Perfectamente podría, pero no —Agregó detalles al dibujo, colocando una lengua de serpiente en la boca de su personificación—. Sólo es para acordarme.
—Como digas —eligió otra definición para preguntarle— ¿y para qué sirve la acetilcolina?
—Regula la capacidad para retener información y recuperarla en el momento necesario. Si mi cerebro sirve, me va a ayudar a acordarme de toda esta mierda cuando llegue a Marbella. Aunque lo más probable es que no.
—Vas a salir bien, ya verás.
—Ojalá —Gustabo terminó de colorear al ser amorfo de color verde limón, trazó círculos amarillos a forma de manchas y realzó el fuego de la boca de "Carlo" con un degradado de rojo, amarillo y naranja—. Nada mal, me quedó idéntico.
Tomó su bolso de donde lo dejó tirado antes de buscar la ayuda de su hermanastro y le robó de su escritorio un bolígrafo y liquid paper; guardó el libro y se dio una ojeada en el espejo.
—¡Llévate otro bolígrafo, perro! ¡Esos los tengo ordenados por color!
—¿Me estás reclamando por un bolígrafo? ¡Te lo voy a devolver!
—Mentiroso, lo vas a perder —el chico de cresta rebuscó en una bolsa de tela, sacó uno que tenía un capucho en forma de panda y se lo pasó—. Dame ese, aquí te doy otro.
Gustabo suspiró, haciendo lo que le decía.
—Pero sólo porque tiene un panda.
—Me parece... Oye Gus, vas tú sólo, ¿no?
—Sí, voy a pie. No quiero molestar a Carlo como si fuera mi Uber, debe estar hasta la polla de llevarnos a Toni y a mí.
—Podríamos comprar un carro para los dos y lo sabes —fue un tema a discusión varias veces, pero la respuesta de parte de ambos hermanos siempre fue un no rotundo—. Así serías más... independiente en ese aspecto.
