HURRICANE, james potter ✓

━━ TWENTY TWO

┏━━━━━━༻❁༺━━━━━━┓ CAPÍTULO VEINTIDÓS
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—SOLO HAY UNA CAMA

—Sí, puedo ver eso. Tengo ojos

James solo puede poner los ojos en blanco ante el repentino cambio de humor de la mujer considerando que no hace un minuto, ella le había estado contando con entusiasmo todas las cosas que ella y Euphemia habían hecho en el centro comercial muggle.

—Puedo quedarme en la habitación de invitados si quieres—ofrece—Siento lo de mis padres. Están convencidos de que estamos saliendo

Olivia, que yacía extendida en medio de la cama, levantó la cabeza para mirarlo a los ojos.

—Está bien. Remus tiene razón. Ya hemos follado. Realmente no tiene sentido quedarse en diferentes habitaciones

Bueno. Entonces ella está cansada.

Ha pasado tanto tiempo estudiándola y observándola que es muy fácil para él darse cuenta de lo que siente por la forma en que habla y el sonido de su voz. Caminó hacia donde sus piernas colgaban al final de la cama, le quitó los zapatos y los colocó junto a la puerta.

—¿Quieres darte una ducha primero?—Le preguntó mientras sus manos masajeaban sus adoloridos pies.

¿Quién sabía que estar embarazada le causaba dolor en los pies?

—No, pero me cambiare—Ella levanta las manos para que él las tome, su panza hace que sea muy difícil levantarse—Ayúdame

James hizo lo que le dijo y la ayudó a levantarse.

Olivia tomó su ropa de dormir de su baúl antes de dirigirse al baño. No puede evitar pensar en lo fácil que es. Trabajan bien juntos y él no puede dejar de imaginar una vida en la que esto es lo normal. Con suerte, en un futuro cercano lo será, pero por ahora, James está contento con lo que tiene.

—¿Quieres bocadillos antes de ir a la cama?—Él le pregunta mientras ella cierra la puerta

Casi de inmediato, la puerta se abre cuando Olivia asoma la cabeza, con una sonrisa infantil en el rostro, una completamente diferente del ceño cansado que tenía hace unos minutos.

—¿Tienes aguacate?—Ella pregunta y James está seguro de que si ella hubiera sido un perro, su cola estaría moviendo con entusiasmo

Confía en la comida para sacar a Olivia Kinsley de su estado de ánimo de embarazo.

—Estoy seguro de que hay algunos

—Si es posible, su sonrisa se ensancha.

—Me encantaría un batido de aguacate

Los ojos de James se desvían hacia el reloj de pared gigante que muestra que son más de las doce, seguro que todos ya estarán dormidos y definitivamente no es el momento de preparar batidos. Sin embargo, la mirada esperanzada en los ojos de Olivia le hizo asentir.

—Por supuesto

Con otra sonrisa de ella, la puerta se cierra de nuevo y James rápidamente se dirige a la cocina. Como predijo, todas las luces se han apagado. Silenciosamente agarró la leche, el aguacate y el hielo del refrigerador mientras preparaba la licuadora.

—¿Antojos?—Pregunto una voz suave, casi haciendo que el Gryffindor se sobresaltara cuando encontró a su madre de pie junto al borde de la encimera, con un té caliente en las manos y una cómoda bata envolviendo su cuerpo