Close to you [You #1] - ( ☑️COMPLETA)

Capítulo 33

Maratón #3

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Leire

Fue complicado cambiar de tema cada que Bendt quería hablar nuevamente sobre el proyecto.

Me seguía sintiendo rara sin mencionar la incomodidad en el aire sobre nuestros deseos de ganar. Sabía que no podía alargarlo mucho más, no cuando él se acercaba con determinación plasmada en su rostro, listo para hablar justo ahora.

Estaba segura de que su estrategia era acorralarme al final de las clases mientras sacaba mis apuntes de mi casillero. Mi única queja era que había mucha gente, pero él podía arrinconarme todo lo que quisiera.

— ¿Ahora sí no te correrás?

— ¿De qué tipo de corrida hablamos?. — digo con una sonrisa.

Él obviamente se avergüenza cuando un par de alumnos nos observan divertidos.

— Que facilidad tienes para soltar cosas así.

— Es un don.

Puede que enrojezca, pero por la sonrisa cómplice que me da sé que le ha gustado.

Las cosas fuero un poco tensas luego de que me fui de la cabaña. Era cierto que necesitaba conseguirle más pastillas y también está el hecho que necesitaba aire.

No veía como una complicación el hecho que ambos estemos compitiendo por la beca que parece de vida o muerte para ambos, la cosa estaba que nos debíamos explicaciones y me inquietaba contarle un poco de la forma en cómo que criaron.

Supongo que era necesario pese a no gustarme la idea en lo absoluto.

Él solo se dedicó un buen raro a mirarme antes de suspirar y acercarse sutilmente.

— Solo quiero conversar con mi novia.

— Parece que a alguien le gusta mucho la palabra "novia".— las comisuras de mi boca se eleva gustosa.

—Si bueno, tengo una así que lo diré en cada oración que pueda. Necesito presumirla.

Esta vez soy yo quien da otro paso para dejarlo que me envuelva en sus brazos. Me apoyo sobre su pecho sin importarme que algunos nos sigan mirando curiosos, de todas maneras se irán pronto. La campana que avisa el fin de las clases sonó hace unos minutos y nadie quiere quedarse después de lo necesario.

A menos que seas de los que se encierran en la biblioteca o los que tienen una materia por jalar.

— Y a ti se te da increíble ser dulce.

— La dupla perfecta. — susurra mirándome embobado.

Bueno, realmente debíamos hablar.

Me separo impaciente.