Close to you [You #1] - ( ☑️COMPLETA)

Capítulo 8 - Parte 2

Bendt

Ir al hospital los viernes por la mañana siempre era agotador tanto física como mentalmente.

El cansancio me seguía en clases, que de milagro no me quedaba dormido en la carpeta, y para finalizar estaba la jornada en la cafetería. La estrategia para captar más público había dado resultado, tanto ese día como el sábado llegaba a mi departamento, tiraba las cosas sin mirar y me lanzaba a la cama.

Por eso en mi último día libre quería despejarme, divertirme o si quiera mirar el cielo un rato con mis amigos, pero sorpresa no tan sorpresa, ni Hwan ni Ethan estaban disponibles.

Entonces ahí estaba yo, un adolescente en un fin de semana común y corriente, donde podría mandar todo a la mierda, olvidarme quien era y qué me depararía el futuro, solo en medio del centro comercial.

Qué ridículo y solo me sentía.

Tampoco tenía mucho que quejarme. Era yo quien prefería tener un círculo social no muy grande, así como también decidía no tener ninguna relación muy estrecha con alguna chica.

Observar a Hwan y a los demás no ayudaba porque cada que ellos pensaban que estaban en la misma página que la otra persona, se encontraban en una situación algo así: La otra persona queriendo más, ellos negándose y recordándoles sus acuerdos iniciales, la persona lanzándoles algún objeto que se encontrara cerca y ellos terminaba confundidos porque fueron claros desde el comienzo.

No quería problemas, no quería escuchar quejas de cómo no les prestaba la atención. Las personas no merecían un amor a medias cuando estaba tan enfocado en generar dinero, mantener mi promedio y visitar a mamá en el hospital.

Y aunque era agotador, duro y lamentable la rutina, me acostumbré a ella con el paso del tiempo. Dudaba que pudiera agregar otra actividad a mi agenda, pero en estos momentos odiaba todo porque necesitaba compañía.

Recorrer algunas tiendas y quedarme más tiempo de lo previsto en la librería sirvió de consuelo.

Luego de dos horas de andar y revisar al menos dos veces cada rincón de los departamentos estaba más que listo para regresar a casa. Esto listo para irme y veo a unos metros la tiendita de helados.

Dije: ¿Por qué no?

Si no podía compensar mi soledad con alguien aún me quedaba la comida.

Ruego internamente que haya traído más sencillo de lo usual por lo que camino un poco distraído revisando mi billetera cuando me tropiezo con alguien.

Estoy a punto de disculparme porque todo ha sido mi culpa por no ver el camino, pero todo pensamiento fue borrado de mi mente al sentir mi cuerpo ser lanzado a un lado. Mi espalda choca contra la columna.

Estoy tan perdido que tampoco reacciono al instante al sentir un par de manos delgadas toman las presillas de mi pantalón acercándome más a su cuerpo.