Capítulo 16

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Bonjour (si es que hay alguien que lee)

Te recuerdo que puedes encontrar el link en mi perfil de la lista de reproducción de las canciones mencionas en la historia, por si tenías la duda, nomás digo.

Bueno, nos leemos o algo, bye bye.

Muchas gracias.
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-Dos días —dijo Ezra, mientras me pasaba una pila de libros... Esos que te solían dejar en el almacén de la biblioteca para acomodar.

-Es temporada de exámenes finales pero...

-Pero son dos días solamente. Además, siempre hemos sacados buenas notas, —hizo pausa, meditando lo que acaba de decir -hasta en nuestros momentos más mediocres —me pasó otra pila.

-No seas lengua larga, iba a decir que me parecía genial. —remedé -Le diré a mis padres que es un proyecto. Lo de siempre.

-Y que el proyecto se llama “Fumar marihuana en días de semana con tus mejores amigos” por Morin Wilde. —alzó las cejas -Me encanta.

-Baja la voz —susurré mientras trataba de no reírme por la naríz.

Segundos después entraste al almacén y te sentaste frente a nosotros, con el fin de ver cómo tenías a tus dos amigos de esclavos.

-¿Ya le dijiste? —le preguntaste a Ezra.

-¿Qué? ¿Decirme que vamos a caer en las drogas en casa de Ezra? Pero por supuesto que sí —me sacudí el polvo del peto y me senté a tu lado.

-Genial.

-¿Tú también le vas a decir que es por un proyecto? —te miró Ezra, mientras se reía de mi.

-En efecto.

Y antes de que saliéramos del almacén le di un manotazo a Ezra. Para que entiendas mejor, siempre que hacíamos algo no tan, mmmm... no tan correcto, obviamente le decíamos a mis padres que era por un proyecto. Una vez nos fuimos a la playa del otro lado de la costa a mitad de la clase y le dijimos a mis padres que fuimos a tomar una muestra de arena para la clase de química. A pesar de ser una excusa estúpida, todos los adolescentes la hemos utilizado y nuestros padres nos creen y si no, sólo fingen hacerlo.

Estamos de acuerdo que los padres de Ezra eran muy desentendidos con él pero de cierta manera, nos hizo unirnos más y si hablamos de lo malo, a veces nos aprovechamos de eso.

Era la primera vez que fumaba marihuana, en cambio, tú nos dijiste que solías fumarla en el castillo de Framlingham con tus antiguos amigos. No quiero decir que eras el raro pero en esta ciudad donde todos quieren andar sin camisa para broncearse y tener los dientes blancos, estabas tú. El pelirrojo. El típico chico de afuera de acento refinado con piel de papel... Aquí eras como un invierno a mitad de un verano.

Recuerdo que subí a la habitación de Ezra por un casete y sin querer, les escuché reírse así que me asomé por la ventana y les vi. No tenía la más mínima idea de qué o de quién se reían, lo único que sí sabía era que ambos estaban exactamente dónde deberían de estar. Sabes que odio asumir algo que no sé si estará bien o mal, pero esa vez me tomé la libertad de hacerlo, así que me quedé ahí un rato a oscuras acurrucada a la orilla de cama, dándote espacio. Espacio que jamás me pediste pero que quise dártelo porque a mí también me hubiese gustado tenerlo.

No sé cuánto tiempo pasó pero escuché un golpe en seco y segundos después escuché tu voz en medio de la oscuridad.

-¿Se puede saber la causa de tu ausencia?

No me lo confieses [Ed Sheeran]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora