Yo estaba segura que ese era el momento, pero la realidad era que con ustedes nunca hubo un momento apropiado.
-Oh baby...—se quitó las gafas de sol y se sentó. -Moo, tengo que...
-Miren —interrumpiste a Ezra colapsando en medio de los dos. Con tus manos ahuecadas, nos mostraste las conchitas que habías recolectado.
-Son muy bonitas —te miré por unos segundos ya que todavía sentía la pena del momento que habíamos tenido Ezra y yo.
-Creo que iré a nadar, ¿no vienes Moo? —Ezra era pésimo disimulando, ¿pero quién realmente lo es? Y siendo sincera, no quería hablar más del tema. Mis 5 segundos de valentía se habían dado por terminado.
Lo pensé unos segundos pero volviste a interrumpir... Ay Ed, como casi siempre.
-¿Y me van a dejar solo y abandonado, otra vez? — hiciste una broma que no pudimos tomarla como tal, perdón, Ed.
Miré a Ezra desahuciada, a cambió me guiñó un ojo y se fue directo al mar y otra vez tú y yo estábamos expuestos a la intimidad.
-Cuánto daría por quedarme aquí, para siempre.
A pesar de que estaba llevando un bañador de una pieza, sentada a tu lado y con la mirada en la arena, me sentía desnuda, expuesta y estúpidamente apenada. Como cuando sueñas que sales a la calle desnudo pero las personas no parecen notarlo mientras tú tratas de cubrirte pero te das cuenta que te faltan manos para hacerlo.
-Y quién no. Estás en una playa ignota -alcé ambas manos haciendo comillas con mis dedos en la última palabra —es un día soleado, no tienes ningún pendiente, eres joven y —«no digas guapo, no digas guapo, no digas guapo».
-¿Y qué? —arqueaste una ceja y sonreíste de una forma... De aquella forma que por unos segundos me hizo pensar que estabas coqueteándome, como si supieras lo que estaba a punto de decir.
-Y tienes un bronceado perfecto —te di un sonrisa neutral... de las falsas, para apaciguar la situación por si acaso.
-Estoy seguro que tu bronceado luce mejor que el mío —me examinaste todo el rostro para después señalar mi hombro -aunque creo que nos va costar un poco —fingiste una mueca para después estirar las piernas e inclinar la espalda levemente hacia atrás, apoyándote en ambos brazos.
-Ahora sí podré decir que fui de vacaciones.
-Necesitaba unas vacaciones así Moo, no sabes cuánto... un descanso —eso había sonado a algo muy personal y no quería estropear el momento. Era cosa tuya si querías decírmelo, yo estaba dispuesta a escuchar.
-Pues te las mereces, que lo digo yo.
Ezra no tardó mucho en reunirse con nosotros otra vez, cuando justamente empezó a sonar I Love You Still de Molly Burch, la canción de Ezra y mía, nuestra favorita, mientras tú dijiste que irías al carro a buscar otro casete. No sé cuánto tiempo llevaba mirándome, cuando me extendió su mano.
-Vamos a bailar, Moo.
Ezra me había enseñado muchas cosas y una de ellas fue bailar. El gusto por el baile se lo debo a él.
-Sólo no se lo digas, por favor.
-Claro que no tonta, no tienes de que preocuparte.
-No quiero echar a perder nada —recargué mi cabeza en su hombro buscando consuelo, me abrazó de vuelta.
-Que no. Hasta pensé que nunca sentirías algo por alguien —se rió por la nariz haciéndome reír también.
-Creo que estaría mejor si no lo sabe... Sólo si él toma la iniciativa, ya sabes.
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No me lo confieses [Ed Sheeran]
FanfictionHola, Ed Sé que te gusta leer (y mucho) y recuerdo aquella vez en la que me confesaste que te gustaría que alguien escribiera exclusivamente para ti, y; si me lo permites quiero darme ese lujo y no porque sé que te gustaría, te escribo porque te qui...