||Cap20||Gran batalla

76 6 0
                                    


Jacob no quería alejarse de mi lado, por mucho insistir, no conseguía absolutamente nada. No hubo manera de alejarlo y ponerlo a salvo. Mi tío se acercó junto a nuestro lado y nos observo con una mirada de serenidad.

- Hye, sobrina. Todo va a ir bien, ahora ya puedes mostrar al mundo lo que realmente has estado guardando hasta ahora. Demuestra que todo este tiempo de entrenamiento ha valido la pena. Solo debes de creer en ti, cómo todos nosotros lo hacemos.-  Comentó mi tío dándonos esperanzas.

- Hye, eres la mejor, tienes todo nuestro apoyo. Todos juntos lograremos ganarles a los demonios. Cree en ti. Mi amor, mi ángel, eres la más valiente.- Dijo Jacob mientras me daba la mano.

Las palabras que me dijeron me dieron más fuerzas y ganas de ganar a ese demonio llamado Len. En un momento dado sentí una corriente eléctrica que me dio mucha más fuerza de la que ya tenía, me di cuenta que todos los chicos habían conectado conmigo y estaban compartiendo su energía conmigo. De golpe empezó la batalla. Los chicos estaban dentro del círculo de fuerza y protección que había creado anteriormente, desde ese lado observaban todo y compartían la energía, estaban intentando salir de él, cosa que conseguirían seguramente. Querían participar, pero no los dejaba. Los demonios se abalanzaron a nosotros rápidamente tomándonos desprevenidos. Me quedé quieta mientras todos los demás luchaban, observando solamente a los ojos a Len.

- Angelito esto va a acabar aquí, solos tú y yo.- Con voz amenazante me dijo Len.

- Ríndete ya demonio, solo quieres hacerme daño a mi, aquí me tienes, pero no vas a poder conmigo. Deja de luchar, vas a perder.- Le decía muy enojada.

- No lo tendría yo tan claro angelito. Solo por tener unas alas ya te crees que eres la mejor, estas muy equivocada, aquí el mejor soy yo y no hay nada más que hablar, ya me cansé- Dijo mientras rápidamente desaparecía de mi vista y se abalanzaba encima de mi. 

Lo esquivé rápidamente y empezamos a luchar, conseguí darle algún que otro golpe pero nada resultaba, era muy habilidoso, tocaba sacar a relucir mis habilidades, las que nunca nadie, ni siquiera mi tío conocía. 

- Cuidado Hye! - Me gritaba New a lo lejos. Consiguieron romper mi barrera de protección y salir a luchar conjuntamente con todos. Se quedaron a lo lejos con Sunwoo, querían vengarse de él y hacerlo sufrir. 

En ese momento algo me atrapó y me hizo perder el contacto con el suelo, salí volando y golpeándome con todo lo que estaba a mi alrededor. Realmente ese golpe me provocó tener un gran daño en las costillas pero rápidamente me levante y hice despertar mi habilidad.

- No sabes lo que estás haciendo, Len, despídete, ya me he cansado de todo esto.- Lo amenacé.

- Nos ha salido graciosa la angelita.- Se empezó a reír.

Me concentré y mis alas salieron de su escondite, junto a ellas unas grandes llamaradas de fuego. Mis ojos cambiaron a un rojo intenso y en mi mano apareció una daga mágica, inundada de veneno. Me concentré en Len, en su mirada de asombro y desesperación por lo que acababa de observar. 

- No puede ser...cómo...no es posible- Dijo desesperado Len.

- Tú lo has querido y tú te lo has buscado.- Me abalancé sobre el. Pero no pude hacerle nada ya que observé a Jacob siendo golpeado con una pequeña daga y sin poder apenas defenderse. Salí disparada a su dirección lanzando al demonio demasiado lejos.

- Chicos, iros lejos, cuidar de Jacob, curarlo, os lo ordeno esta vez.- Les dije a los chicos con desesperación y volví a marcharme para acabar con Len.

- Vaya vaya, te duele que tu angelito esté desangrándose, tu quisiste quedarte con él y no conmigo. Ahora te voy a hacer solo mía.- Sunwoo se acercó paralizándome de alguna manera, no tenía control de mi mente. Consiguió besarme y en ese momento pude volver a la realidad para apartarlo y dejándolo con los guardianes de mi tío.

- Ahora sí, eres todo mío.- Tomé desprevenido a Len, me consiguió dar un par de golpes, pero unos 5 minutos después pude agarrarlo del cuello y clavarle la daga en el corazón. Todo había acabado o eso creí hasta que sentí un dolor punzante en la espalda que me hizo perder el sentido del mundo. Y caí en un inmenso pozo de oscuridad.


Promiscuo {The Boyz}Where stories live. Discover now