𝐋𝐈𝐊𝐄 𝐀 𝐁𝐎𝐒𝐒 [Greco Rodríguez]

XIX

Musica de ambiente: Kina — baby you're worth it (ft. shiloh)

Scarlett se acercó con pasos tranquilos y silenciosos hasta las personas que estaban reunidas frente a una de las puertas del Hospital, los cuales eran sus propios compañeros esperando pacientes por Bobby. Implorándole a Dios que él fuese capaz de resistir y sobrevivir a esto. Observando a través de los cristales como los médicos y enfermeros trataban las heridas y recuperar que el pulso de Tarantino volviese a ser estable y normal. Él reposaba sobre la camilla en quirúrgica sobre su estómago para que los doctores pudieses saturar y quitar las balas que tenía incrustadas en su espalda. Era una tarea para nada sencilla ni fácil de manipular, corría muchos riesgos importantes ante las heridas profundas que había en la zona.

Scarlett observó con atención el estado en el que se encontraba Tarantino dentro de esa sala quirúrgica. Soltó un suspiro totalmente cargado de preocupación, sino fuera porque Aries había ganado la zona y sugerido aquella idea, nunca hubiesen sido capaces de salvar a Tarantino. No pudieron salvar a Enzo de las manos de García, pero ella misma se encargaría de hacerle el mismo trabajo que él ocasionó. Le pagaría con la misma moneda, se lo merecía como a todos los que estuvieron presentes en ese momento.

No conocía al abogado italiano de, absolutamente nada, pero eso no le era ningún impedimento para vengarle. Scarlett se vengaría por todos los caídos en la ciudad que fuesen en las manos de cualquier rasgo corrupto, como si fuese García o una mafia rusa. Ella se encargaría de ajustar las cuentas de cada persona y banda ilegal que existiera, hasta que llegara el momento donde todas las cuentas estuviesen saldadas, entonces sería el momento donde debía irse de Marbella.

—Gracias... Scarlett. —oyó un diminuto murmuro de Canario entre el silencio que había. Ella le buscó entre las máscaras de GEOS de cinco personas custodiando la puerta. Se percató que el azabache no era capaz de mirarle a la cara, como si estuviese hipnotizando observando el interior de la habitación donde se hallaba Tarantino.—Lo salvaste.

Ella no emitió una sola palabra. Le oyó sorber por su nariz con tristeza y Scarlett solo le atinó apoyando su mano sobre su hombro para luego apretarlo suavemente. Canario giró e rostro hacia ella, mostrando que tenía una minúscula sonrisa como si le dijera que no debía preocuparse por nada y que tampoco debía de darlas. Echedey sonrió al entender su pequeño gesto sin palabras así que le sonrió con melancolía.

Se colocó los lentes de sol sobre el puente de su nariz, ocultando sus ojos cafés cargados de una extraña mezcla entre impotencia y tristeza. Se giró sobre sus talones comenzando a caminar por el pasillo blanco donde el único sonido que se podía oír entre el sepulcral ruido del silencio eran sus botas de goma negra rechinando sobre el suelo.

Todos los agentes de policía estaban triste y custodiando las puertas de entrada y salida del Hospital. Scarlett comprendía totalmente la situación de dolor que el CNP sentía y empatizaba con cada uno de ellos ante sus sentimientos. Sin embargo, una parte de ella se sentía enfurecida desde pies hasta la cabeza porque este dolor que el cuerpo de policía estaba sintiendo se debía al Inspector en Jefe Agustín García. Quien debía de procurar la vida, el compañerismo y todo lo que recayera en un jefe de una malla.