IX

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Musica de ambiente: Hear Me Now

Musica de ambiente: Hear Me Now

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Scarlett soltó un bostezo sonoro al mismo tiempo que bajaba de su Jeep Wrangler recién estacionada en el aparcamiento privado del lateral. Los rayos del sol matutinos pegaban contra su rostro perezoso y somnoliento. En su mano derecha llevaba un vaso descartable de café amargo que le ayudaría a despejarse del sueño y tratar despegar la almohada de su rostro.

Subió las escaleras entrando por las puertas de cristales laterales sin necesidad de entrar a la comisaría desde la recepción. Avanzó con pereza por los pasillos de alfombras rojas y paredes amarillos pálido, sus pasos tranquilos se dirigían hacia la armería para poder tomar sus instrumentos y armas necesarias para entrar de servicio.

Habían pasado dos días desde que Santana había atracado una Joyería junto con unas cinco personas más que había conocido en Marbella y las cuales estarían con ella constantemente hasta que acabara formando una organización criminal administrada por el CNI y siendo beneficiada por lo mismo; con el objetivo de adquirir información y poder dar con las personas principales que movían a toda la ciudad e incluido la policía.

Santana y sus compañeros había logrado escapar sin ningún tipo de problema, pues escaparon hasta llegar a las cosas de la isla. Tomaron una lancha y sobre el mar un helicóptero los esperaba a lo lejos para que así la policía fuese incapaz de poder seguir ni rastrear—evidentemente habían negociado quitar el helicóptero—.

La nueva presencia de Santana que parecía conocer de algún lado o sitio a Scarlett despertó una curiosidad en García, Montoya y Cano. La chica de ojos celestes no parecía ser del tipo que organiza una reunión secreta con cualquier persona y mucho menos parecía ser amigable o amable con las personas. Pero el hecho de encontrar a alguien que conocía a Scarlett desde tiempo antes de llegar a Marbella era una carta demasiado importante que no debían dejar pasar si querían averiguar sobre ella para poder quitarla del medio de algún modo.

Scarlett tomó el cinturón, colgó la porra, el teaser, el gas pimienta, las esposas y la pistola reglamentaria la cual recargó con unos cartuchos que habían mientras se llevaba unos más, guardándolos en sus bolsillos laterales. Se giró sobre sus talones mientras tomaba su vaso con café sobre el mostrador de la entrada para darle un sorbo y salir de la habitación rumbo hacia la recepción.

—Comisaria Jonns esperando asignación de H50. —avisó Scarlett por radio mientras le daba otro perezoso sorbo a lo poco que quedaba de café.

—¿Quiere tomar H50, Jonns? —interrogó Ramírez por radio.

—No, quédese.

—10-4, asígnese con Greco en Z30.

—Copiado.

Ya había pasado más de una semana trabajando en Marbella, y se había adaptado de algún modo al modo de trabajar que tenía esa comisaría. Debía saber llevarse bien con ellos y tener una relación estable pues, al parecer, su trabajo de investigación tenía pinta de durar unos muy alargados meses de tortura.

𝐋𝐈𝐊𝐄 𝐀 𝐁𝐎𝐒𝐒 [Greco Rodríguez]Where stories live. Discover now