–Compras totalmente necesarias– rió mientras negaba y fuimos al auto para luego conducir a casa.

–Quiero ver qué compraste– dijo curiosa y me ayudó a bajar las bolsas.

–Esto es para Lyra– saqué la computadora, un iPad, un celular, una Nintendo Switch y varios juegos para esta.

–¿Y qué es lo demás?– sonreí.

–Una Nintendo para mí– se rió –Y una Xbox...y un PlayStation...con demasiados juegos– se mordió el labio –Probablemente ya no duerma– rió.

–Eres un cachorrito...uno emocionado por sus nuevos juguetes– reí cuando me besó –Dejas todo ordenado, por favor– asentí.

–¿Vas a jugar conmigo?– pensó un momento y luego asintió.

–Si tú lees un libro conmigo– sonreí.

–Trato hecho– tomó mi mano riéndose cuando se la extendí –¿Vamos con Lyra?– la jalé fuera de la casa y subimos al auto.

Pasamos a comprar comida y conducimos hacia el centro donde la tenían. Saludé a la trabajadora social que se encargaba de Lyra y se sorprendió al ver todo lo que traía.

Nos dirigimos a la habitación de Lyra y se emocionó al ver todas las cosas. Le ayudé a encenderlas y dejarlas listas para su uso. Le expliqué cómo debía usar el wifi desde el celular y también le dejé todas las cuentas y aplicaciones para que se divirtiera.

–¿Dónde veo Supergirl?– la llevé a Netflix y sonrió –Qué linda– dijo al ver a Melissa y sonreí.

–Es mi mejor amiga– se sonrojó –¿Tienes hambre?– asintió y sacamos las hamburguesas. Nos acomodamos en la cama mientras veíamos el primer episodio de la serie y nos comentaba todo lo que le gustaba.

–¿Cuándo apareces tú?– Katie sonrió.

–En la segunda temporada– Lyra hizo un puchero y reímos.

Vimos tres capítulos y luego nos despedimos porque debía ir a declarar contra su padre, aunque no se lo dijimos.

Nos dio un fuerte abrazo agradeciéndonos por todo y luego nos fuimos.

———

–¿Entonces es seguro que perderán la custodia?– la trabajadora social asintió.

Ya habían pasado casi dos semanas y habíamos hecho todas las denuncias pertinentes, la sentencia a los padres aún estaba en proceso pero la pérdida de la tenencia de la custodia de Lyra se había adelantado, ya que no era saludable para ella el no saber qué pasará.

–El juez ya lo determinó, solo falta que nos envíen los papeles y será oficial– suspiré.

–¿Le han hablado a Lyra sobre sus padres? Yo he intentado distraerla para que olvide todo lo que ha sufrido y no he querido tocar el tema– me sonrió.

–Lyra es una niña inteligente, sabe lo que está pasando y lo que más le asusta es que la envíen a un orfanato, pero no se preocupe, daré una buena recomendación para cuando haga el proceso de adopción, la niña la conoce hace una semana y la ama– fruncí mi ceño.

–¿Proceso de adopción?– dije confundida.

–¿No va a adoptarla?– me quedé callada –¿Por qué viene todos los días entonces?– preguntó un poco enojada.

–Yo...no lo había pensado– suspiró.

–¿Cómo ve a la niña?– incliné la cabeza levemente –Me refiero a qué es para usted ¿Una amiga? ¿Alguien a quien viene a ver por compromiso? ¿Alguien a quien siente el deseo de proteger como si fuera su hija? Porque si no planea adoptarla entonces conseguiré otra familia que sí deseen darle el amor de padres que necesita– seguí en silencio –Supongo que un hijo adoptado no es lo que quiere, no me haga perder el tiempo– dijo severamente –Los horarios de visita son de las 11 de la mañana a las tres de la tarde y solo para familiares, así que si solo quiere ser su amiga entonces venga mañana a despedirse porque no ingresará de nuevo con esta libertad– se dio media vuelta y cerró la puerta.

Lugar de paz -KATIE MCGRATH Y TÚ-Where stories live. Discover now