El (estúpido) internado

Capítulo 13.

- Comencemos con la prueba de velocidad, la primera que os he explicado- comentó la entrenadora.

Dio la salida y me lancé al agua como una exhalación. No recordaba como me hacia sentir estar bajo el agua. Lo añoraba. Cuando estaba en el agua me sentía libre, nadie podía frenarme. Éramos yo y mi consciencia inhibidos del mundo exterior. Fui la primera en tocar el bordillo.

Esperé a que terminaran mis compañeras. Levanté la vista para ver a Louie y me sorprendí al ver que estaba con Harry. Estaban ambos muy serios. Parecía que mantenían una conversación importante. No pude seguir mirándoles porque la entrenadora nos indicó que tocaba la prueba de resistencia.

En la prueba de resistencia fui la tercera porque no paraba de pensar en la conversación que estaban manteniendo esos dos. ¿Qué se estarían diciendo?

Llegó la última prueba, que era la de habilidad, y el circuito me pareció extremadamente fácil.

La entrenadora nos comunicó a Patty, otra chica llamada Veronica Bush y a mí, que éramos las seleccionadas. Verónica era castaña con ojos azules y muy alta. Nos abrazamos las tres y nos presentamos. Ahí fue el comienzo de nuestra amistad.

Tras vestirnos de nuevo, fuimos a buscar a Louie. Tenía ganas de que me explicara qué había sido eso de las gradas. No hizo falta que le preguntara porque fue lo primero que nos dijo al vernos.

- ¿A que no sabéis qué acaba de pasar? Harry me ha pedido perdón por todo lo que me dijo estos años y encima se ha puesto a animarte, Beth.

Me quedé anonadada. No me esperaba eso para nada. Y pensando en Harry, recordé que seguía castigada y que iba a llegar tarde.

- Chicos, nos vemos luego. Estoy castigada en la biblioteca y no quiero que me pongan más días- salí corriendo hacia la biblioteca.

Holly, la bibliotecaria, me esperaba cruzada de brazos.

- No diré nada, pero mañana llega puntual.

- Entendido, señora- hice un gesto militar y se rió.

Harry ya estaba colocando los libros y antes de empezar a hacer lo mío, fui hacia él.

- Oye, gracias por animarme antes. Ha sido un gesto muy amable por tu parte- sonreí.

- No ha sido nada, tus hermanos me dijeron que ibas a hacer las pruebas y quería ver que tan buena eras. Me has sorprendido.

- Genial, y respecto a lo de Louie...- no me dejó terminar.

- Ya lo hemos hablado y está solucionado, no te preocupes- y siguió colocando los libros.

- Está bien, pues hasta luego- y comencé mi castigo.

Mientras colocaba un libro, un chico me preguntó que dónde estaba la sección de informática y tuve que ir a señalársela.

Un sonido interrumpió el silencio de la biblioteca. Era mi móvil. Patty me había mandado un mensaje informándome de la pijamada que iba a hacer Olive luego. Ya estaban Louie y ella con Olive en mi habitación.

Harry se acercó por detrás de mí sobresaltándome.

- Perdón, ya he terminado, era para ayudarte- se ofreció.

- Ah, gracias- le tendí unos libros.

- Y bien, ¿qué tal está yendo el curso?- preguntó.

- Pues no me puedo quejar. Ha sido diferente, desde luego- comenté recordando mis años en el instituto público de mi ciudad.

- ¿Qué te trajo hasta aquí?

- Mmm- no quería decirle el motivo, así que lo suavicé- tuve problemas con mi ex, el que nos siguió el otro día. Y, mis padres, en vez de resolver el problema, decidieron que era mejor irme lejos- aclaré.

- Vaya, pues menuda solución se les ocurrió.

- Eso mismo pensé yo.

- ¿Y tus hermanos que pintan entonces?

- Fueron parte del problema- finalicé porque no quería seguir hablando del tema- y tú con Adelaide, ¿qué rollo llevas?

- Es mi ex, lo dejamos después de tres años. La relación se tornó un poco tóxica y no me apetecía aguantar sus arrebatos.

- Wow, tres años aguantándola, que paciencia tienes.

- Sí, se podría decir que sí. Bueno, ya he terminado de colocar esto, ¿y tú?

- Yo igual.

- Pues recogemos y nos vamos, ¿quieres que te acompañe a tu habitación?

- No hace falta, he quedado.

- Pues pásalo bien- cambió su tono a uno más duro y me dejó ahí con la palabra en la boca.

Me despedí de Holly y me encaminé a mi habitación, no sin antes pasar por la cafetería para coger una bolsa de chuches.

Al entrar en mi habitación, un fuerte olor a pizza inundó mis sentidos.

- Ya estás aquí, íbamos a ver una película- explicó Louie.

- Genial, ¿cuál?- pregunté.

- A dos metros de ti- respondió Olive.

- ¿Preparada para ver a Cole Sprouse?- habló Patty.

- ¡Sí!- gritamos todos al unísono.

- Oye, ¿Cole no se parece un poco a Harry?- inquirió Louie.

- Un poco sí- intervino Patty.

Cuando Will le está pasando el palo de billar a Stella por el hombro, una llamada nos interrumpió la película.

- Poned los móviles en silencio, joder- exclamó Olive- en lo más interesante de la película justo salta la llamada.

- Perdón- colgué al número desconocido que intentaba llamarme.

Quien fuera, no se dio por vencido porque volvió a intentarlo dos veces más hasta que tuve que decir a mis amigos que pararan la película para contestar.

- Es un número desconocido, no lo cojas- sugirió Patty.

- Es que me ha llamado ya tres veces, a lo mejor es algo importante- me preocupé.

- Hola- descolgué.

La voz que vino a continuación me dejó helada.