Capítulo 24: Cena

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- Dónde está Xichen? - Qiren pregunta extrañado.

- Cuando lo invité a cenar nunca especifique que sería con Lan Huan - le hace una seña y el hombre lo sigue a la cocina -, solos somos nosotros dos.

Qiren arruga el rostro y supone que lo malentendió.

- Solo es una cena.

- Si quieres hablar por Xichen estás perdiendo el tiempo.

- En qué momento dije que está aquí por Xichen? Si mal no me equivoco yo también tengo asuntos con usted, me golpeó si lo recuerdo bien - bufa y saca una tabla de picar y cuchillos, le pasa las cosas al mayor y un par de raíces de loto -. Xichen y usted tienen que resolver sus problemas por su propia cuenta.

Qiren está a punto de irse, aleja los utensilios de la mesa y se para del asiento bastante enojado. ¡Ese niño lo ha engañado! Si hubiera sabido que Xichen no estaría presente, ni siquiera se hubiera molestado en responder el mensaje del Jiang.

- Eres un...

- Puede dejar de hacer un berrinche y ayudarme con la cena? Es la receta de la familia Jiang, me ofenderia que se fuera sin siquiera probarla - dice sin mirar arriba, concentrándose en los ingredientes en su propia tabla -, al menos tenga la descensia de ayudarme a cortar el loto.

El Lan quiere gritarle, pero reconoce que ya se equivocó una vez golpeándolo. Se sienta de nuevo a regañadientes y empieza a hacer lo que el Jiang le indica, contar las raíces en rodajas y después sigue con algunas zanahorias.

No se detiene ahí, tiene que arremangarse y batallar con una espesa mezcla de harina, huevos y agua tibia. Odia la sonrisa de satisfacción en el contrario.

Después se sumergen en un silencio molesto, Wanyin ha puesto esa música moderna que le gusta a los jóvenes y no la soporta, quiere huir, pero tampoco quiere ser tan maleducado.

Sus humos se calman cuando un aroma delicadamente atrayente llega a sus sentidos, viene de la olla en la que el joven había vertido los ingredientes picados. Después otro aroma que viene de la vaporera, son los bollos de semilla de loto que le habían obligado a preparar.

- Con o sin aceite de chile - pregunta el más joven.

- Sin - se le es entregado un plato humeante de sopa, tiene que admitirlo, luce espectacular. Duda en probarlo, pero Wanyin luce tan tranquilo mientras come que no puede evitarlo.

Da el primer bocado y no sabe qué sentimiento profesar. Es horriblemente delicioso, los trozos de carne de cero se deshacen en su boca y la raíz de loto le agrega un sabor fresco. Teme que algún sonido de satisfacción se escape de su boca.

- Pensé que los Lan no comían alimentos de origen animal - dice antes de llevar otro trozo de carne a su boca.

- Podemos romper la dieta de vez en cuando - contesta.

- Qué curioso que usted diga eso - no sabe cómo tomarse el comentario. Decide no contestar y seguir deleitando a su estómago con el caldo caliente, el chico tiene talento en la cocina.

Con el sonido de los cubiertos terminan con sus platos, dejándolos limpios y sin una señal de que alguna vez hubo comida.

Wanyin se levanta, recoge los platos y los deja en el fregadero de metal. Toma la vaporera y otro par de platos, pone dos bollos dulces en cada uno.

- Espero que le gusten las cosas dulces - explica mientras entrega el nuevo menú. Se concentra en su comida y mastica en silencio. Mira por un momento a Qiren y sonríe cuando ve un rostro sorprendido después del primer mordisco -. Sé que su problema no es que yo sea hombre, su problema es el tipo de hombre que usted cree que yo soy.

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