Capítulo 19

2K 100 9
                                    

— Nate, ¿qué haces aquí?

— Necesito que te quedes con Tyler — suplicó.

— Esta noche no puedo, estoy con la hermana de mi novio — los miré.

— ¿No eras su niñera? — se impacientó.

— Sí, pero...

— Es urgente. Tengo que solucionar unas cosas — interrumpió.

Miré a Tyler y después me giré para mirar a Ari.

— Está bien. ¿Cuando vendrás a por él?

— En cuanto termine.

De las pocas veces que Nate y yo habíamos estado juntos, esa era la primera vez que lo veía tan apurado. Algo malo había tenido que pasar para que viniera él, y no su madre, a esas horas.

— Pero, ¿qué? — dijo Aarón cuando me vio con Tyler.

— Ha dicho que era urgente y que pasaría a buscarlo en cuanto terminara — Aarón puso los ojos en blanco.

A él no le gustaba la idea, ya que eso mismo pasó la semana pasada, cuando vino su madre y me pidió que me quedara con él. Su madre lo recogió dos días después.

— No te preocupes — dije dándole un beso en la mejilla.

— Ari, este es Tyler. Se quedará con nosotros esta noche.

— ¿Y nuestra noche de chicas?

— Sigue en pie. Él puede unirse o quedarse jugando con tu hermano a cualquier cosa.

Después de organizarlo todo, y de ver cómo íbamos a dormir, Aarón y Tyler se pusieron a jugar videojuegos, y Ari y yo nos pusimos con nuestra <<noche de chicas>>.

Mientras se nos secaban nuestras mascarillas negras de carbón, estuvimos intentando que Aarón y Tyler se las pusieran con nosotras. Fue difícil convencerlos, pero con nuestros pucheros y ojitos tiernos los convencimos, y estaban bastante adorables con ellas puestas. Sobre todo Aarón. Parecía un caniche con esa diadema.

— ¡No, mi amor, no te la quites! Aún no se ha secado — le dije a Aarón evitando que se quitara la mascarilla.

— Tengo la cara tirante, y esto huele raro. Necesito quitármelo antes de arrancarme la cara.

— Menuda nenaza — dijo Ari, y Tyler se echó a reír.

— No es para tanto. Además, se te quedará la cara suave y sin puntos negros — añadió Ty.

— ¿Cómo sabes todo eso? — preguntó Ari.

— Cuando viene a casa la mejor amiga de mi hermano, para ella soy un juguete, no una persona.

Después de estar bastante rato escuchando las quejas de mi estupendo novio, nos quitamos las mascarillas y pusimos el karaoke.

Me sorprendió escuchar la increíble voz que tenía Tyler cuando cantaba. Era preciosa. Sin embargo, no fue lo mismo cuando cantamos nosotras. Fue un milagro que no se rompieran los cristales.

Al poco tiempo de cantar un par de canciones más, Ari cayó rendida en el sofá.

— ¿Qué vais a hacer este finde? — preguntó Ty.

— ¿Por qué lo preguntas? — contesté buscando una manta por el armario del salón.

— Por si podría pasarme por aquí.

— Pues, un amigo de Aarón nos ha dicho de ir a un reservado en una discoteca de aquí cerca — le puse la pequeña manta por encima a Ariadna.

— ¿Cuál es la discoteca?

Mi vecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora