Capítulo 2

6.3K 272 46
                                    

Cuando entré en casa después de despedirme de Malena fui a comer algo porque tenía demasiada hambre.

Al entrar en la cocina, me encontré una nota encima de la mesa en la que ponía:

Sé que a partir de ahora todo te va a resultar más difícil sin mi ayuda, pero tienes que seguir adelante como te enseñé y, ¿a lo mejor conocer gente nueva es una buena opción, no?

Mientras la leía sabía que razón no le faltaba, pero... ¿por qué me dijo a esas alturas lo de conocer gente nueva? Le di la vuelta a la nota y leí algo más:

Tus padres estarán a punto de volver, pero mientras tanto he hablado con uno de los vecinos que suele estar siempre, para que te ayude en lo que necesites. Se llama Nicolás García; llámalo Nico.

Él te llevará al instituto, a la compra y a los sitios a los que necesites ir, a no ser que quieras coger el transporte público, aunque con la vergüenza que te da sé que vas a preferir irte con él.

Te he puesto su número de teléfono en la nevera por si necesitas algo urgente y tienes que llamarlo.
Te quiero,
Malena.

Ya supe por qué decía lo de hacer amigos, y no me hacía mucha gracia porque sabía que me daba un poco de vergüenza así de primeras hablar con la gente, pero bueno, me iba a tocar aprender.

Guardé la nota en un cajón y me dirigí hacia la nevera para guardar el número de Nicolás en mi teléfono por si lo necesitara alguna vez. Al coger la nota, vi que había algo por detrás escrito.

Cuando le quise dar la vuelta, alguien llamo a la puerta. Era él. Le abrí la puerta y, cuando me quise dar cuenta, ya estaba babeando.

Volví a la realidad y escuché que me estaba diciendo algo:

— Hola, ¿eres Isabela?

Maldita sea. No podía dejar de mirarlo, aunque sabía que tenía puesta una cara de tonta mientras lo miraba, pero tenía que responder.

— Sí. Encantada — saludé.

— Yo soy Nico — hice un gesto para que pasara a mi casa y no se quedara en la puerta.

Ya sabía quien era, y de sobra. Llevaba desde los trece años colada por él, aunque fuese dos años mayor que yo. Todo el instituto iba detrás de él.

Os estaréis pensando que era broma o que estaba loca, pero no, no lo estaba. Cualquiera babearía al verle. Era el típico que con la mirada podía transmitirte millones de cosas. Además de ser rubio con pelo ondulado, tatuado por todos lados, manos grandes (aunque solo me fijaba yo en eso), lindos dientes, olía genial y tenía ojos saltones. Mi tipo.

Tenía diecinueve años y vivía solo, sin padres, de fiesta y haciendo lo que le apetecía a cada rato. El sueño de cualquier adolescente. Mi sueño era él para que mentir. Y encima su tono de voz era súper atractivo.

— Me ha dicho tu hermana que me pasara por aquí por si necesitas algo mientras ella no está.

— ¿Hablas de Malena? — contesté.

— ¿Es morena, alta y joven?

— Si, es ella, pero no es mi hermana, es, bueno, mi niñera — respondí.

— ¿Y cuántos años tienes para tenerla de niñera, y ahora que se va, que te tengan que vigilar, Isa? — se burló.

— Dieciséis, y no me llames así — respondí un poco antipática.

— Vaya, y ¿por qué te quedas aquí en vez de irte con tus padres? — dijo intentando sacarme de quicio, y lo consiguió.

— ¿Menudo interrogatorio, no crees? — me enojé.

No llevaba ni diez minutos ahí y ya estaba consiguiendo cabrearme.

— Ya veo que poco a poco te vas soltando. Ya no eres tan cortada — rió.

— Si, bueno — volteé los ojos —. ¿Quieres algo más? — negó con la cabeza.

— He quedado. Avísame si necesitas algo.

Asentí mordiéndome el labio interior para no soltar cualquier estupidez. Por mucho que fuese atractivo y hubiese estado detrás de él casi toda mi adolescencia, la gente creída me daba dolor de cabeza. Y asco.

Cuando se fue, termine de leer la nota en la que ponía el número de Nico y, lo que había escrito por detrás era que él iba a pasarse para saludarme y conocernos un poco. Podía haberme puesto alguna camiseta más decente, porque menudas pintas llevaba.

Subí a ducharme y a relajarme un poco, y cuando salí de la ducha mi móvil sonó. Lo miré y vi quien me había mandado el mensaje.

 Lo miré y vi quien me había mandado el mensaje

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Mi vecinoWhere stories live. Discover now