Capítulo 12

3.2K 169 19
                                    

Al fin terminé y empecé a vestirme para salir.

Mientras me arreglaba, me quedé pensando en quién podía haberme escrito dicha nota.

Había varias opciones. Que fuese Layla, Aarón o Nico. Creía que era Layla, para que intentara socializar con más gente porque apenas salía de casa.

Terminé y comprobé en el espejo como me sentaba el vestido. Era nuevo y quería una segunda opinión. 

Layla💗

*Foto*
Lay, ¿te gusta? ¿O me pongo vaqueros?

Me encanta. Déjate puesto el vestido.

Bien, entonces ya estoy. ¿Cuánto te queda?

¿A mi? Estoy en el trabajo.

¿En el trabajo? Pero, ¿no me has escrito tú la nota?

Acabé descubriendo que no. No fue ella. Juraba que si, pero si lo pensaba mejor, Layla me hubiera mandado un mensaje de texto que era más rápido.

Eso hacía que en vez de tener tres opciones, tuviera dos.

Me quedé hablando un rato con ella por teléfono hasta que sonó el timbre. Colgué y bajé para ver quien era.

— Hola.

Wow.

— Hola — le contesté a Aarón mirándole de arriba abajo.

— Estas... increíble.

— Tú también — me sonrojé —. No te esperaba aquí.

— ¿No viste el nombre por la otra cara de la nota?

— Hum, creo que no había nada.

— No importa — le restó importancia — ¿Nos vamos?

— Si, claro.

Cogí mis cosas y cerré la puerta de casa. Comprobé que apagué todas las luces y me subí a su coche.

Nada más llegar aluciné con el sitio. Me había traído a un restaurante bastante bonito. Era todo muy moderno a la vez que clásico. Me gustó mucho.

Uno de los que trabajaban allí se acercó a nosotros, nos atendió y nos dirigió hacia nuestra mesa. Nos sirvieron unos entrantes antes de empezar mientras pensábamos qué pedir.

Estaba indecisa y no podía decidirme entre dos platos. Por suerte, Aarón me pudo ayudar dándome su opinión sobre los dos ya que él estuvo ahí hacía varias semanas.

Pedimos y nos pusimos a charlar. Me preguntó sobre mi, mis gustos y lo que estudiaba. Parecía interesado.

Terminamos de comernos todo lo que pedimos, aunque yo no pude terminarme todo el plato, nos trajeron la cuenta y pagó. Me sabía mal que me invitara él a todo, así que quité algo de dinero y puse yo mi parte.

Al salir del restaurante, Aarón me preguntó si quería tomar algo. Aunque era más una afirmación que una pregunta.

Me llevó a un pub donde él conocía a uno de los dueños gracias a su mamá y nos sentamos allí.

Mi vecinoWhere stories live. Discover now