🏆 Finalista de los Wattys 2021🏆
"Si al principio la idea no es absurda, entonces no hay esperanza para ella."
Emmelie es una chica dulce e impulsiva, y a menudo pensaba que jamás conocería a alguien que la entendiera.
Carlos es tranquilo y tiene u...
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Emmelie
Presente
Estaba sola en el apartamento. Ivy y Camille tuvieron que viajar de urgencia a su pueblo natal porque su abuela murió. Les pregunté si debería ir con ellas, pero a Ivy no le agradó la idea. Había estado muy extraña conmigo las últimas dos semanas y Camille tampoco me había querido decir nada.
A veces me sentía como si no encajara con ellas. Como si estuviera haciendo mal en quedarme en este apartamento mientras Ivy se comportaba de esa manera tan seca e indiferente conmigo.
Por eso, ese fin de semana que ellas fueron al funeral de su abuela decidí que tenía que buscarme otro apartamento para vivir. Ya tenía reunido un poco de dinero para pagar el alquiler del primer mes y posiblemente tendría que encontrar un trabajo en el que me pagaran mejor que el que ya tenía como recepcionista en un local donde se hacían tatuajes. Era buena en eso y la paga no era mala, pero no sería suficiente si tuviera que costear un apartamento yo misma.
La situación era un poco estresante, en especial porque no tendría que preocuparme mucho por eso si mis padres me hubiesen apoyado más en lo que se refiere a la carrera que escogí. Ellos estaban dispuestos a pagarme la carrera de medicina completa como lo hicieron con Izzi y Evan, y después de una larga discusión aceptaron que yo quisiera estudiar astronomía, pero también dijeron que si era eso lo que yo quería, buscaría la forma de hacerlo realidad; lo que al final significó que ellos pagarían la matrícula de todos los semestres, pero yo tendría que ver por mi estadía, comida y básicamente todo lo que se necesita para sobrevivir.
Y yo, bueno, yo estaba muy resentida con ellos porque no tomaron la misma decisión con Izzi y Evan. Solo a mí me complicaron la vida.
Solté un largo suspiro mientras veía que los anuncios de apartamentos rentables cerca de la universidad no eran para nada algo que yo quisiera.
—Si al final no encuentras nada bueno, puedes mudarte conmigo, Emmelie —dijo el chico que casi se había ganado mi corazón unas pocas semanas antes.
—No puedo hacer eso, Jake —sonreí a la cámara al mismo tiempo que cambiaba la pantalla a Skype para ver la cara de mi amigo.
—¿Por qué no? Confías en mí, yo confío en ti... Y a menos que ronques, sería un placer tenerte conmigo —sonrió igualmente mientras hacía flexiones de pecho.
—¿No te cansa hablar mientras haces ejercicio? —le pregunté con incredulidad para cambiar de tema. Realmente no quería hablar de mudarme con él, me recordaba a los planes que teníamos Carlos y yo antes de que todo se arruinara.
Y no creía que estaba lista para mudarme con un chico todavía, aún si ese chico era Jake.
Era un compañero de clase, pero finalmente nos hicimos más cercanos cuando nos tocó hacer un trabajo en pareja. Fue un apoyo valioso porque fue justo en la temporada en que se cumplieron dos años de mi ruptura con Carlos y yo seguía deprimida por él.
