CAPÍTULO 2.

78 31 22
                                    

Capítulo 2.


Presente.






Tomo una respiración profunda antes de comenzar a soltar golpes a la bolsa que tengo en frente. Me encontraba en mi entrenamiento del día, en un lugar lejano que había descubierto hace muchos años, donde podía estar sola y en silencio. Solo el sonido de mis puños golpeando y mi sudor corriendo por el cuerpo.

Me detengo cuando siento que ya no puedo más, miro la hora en el reloj que yace sobre mi muñeca izquierda y noto que es demasiado tarde. Catherine en cualquier momento comenzará a preocuparse y sabiendo lo impulsiva que es terminaría saliendo de la casa a buscarme aún siendo de noche. No es algo que me gustaría, aún cuando sé que la he entrenado lo suficiente como para que se pueda defender sola, pero no es un riesgo que me gustaría tomar.

Me dispongo a buscar mis cosas para comenzar el camino de vuelta a casa. Si es que ese lugar desierto se puede llamar casa, ese pensamiento cruza mi cabeza pero lo espanto al saber que donde esté Cat, ahí será mi hogar, sin importar el lugar.

Las calles están bastante llenas de personas y eso llama mi atención, pocas veces se podía observar grandes grupos juntos en lugares y más de noche. El miedo en este pueblo era algo común.

Colisiono contra alguien y me preparo para el dolor de la caída pero no llega. Abro mis ojos que por instinto cerré, encontrándome con una mirada grisácea. Reparo en las manos que toman mi cintura y me aparto lo más rápido que puedo.

—Un gracias era suficiente —bromea pero yo no río, mantengo mi semblante serio —. Chica ruda, ¿eh? 

El silencio se apodera del momento hasta que decido finalmente hablar.

—¿Por qué hay tanta gente?

—¿No sales mucho? —frunce sus cejas y yo me encojo de hombros. La verdad que sólo salía a entrenar y nada más, así que no discutiré eso —. El bar Moon, organiza siempre eventos que al parecer son geniales.

—¿Qué tipo de eventos? 

—No lo sé muy bien, solo pocas personas entran realmente, figuras importantes, las demás se quedan afuera —su tono es aburrido, dándome a entender que nunca había entrado —. Quizás hoy sea nuestro día de suerte.

—Hmmm —murmuro —. De todas formas ya tengo que irme.

—¿Qué? No, quédate, no puedes perderte esto.
 
Inspecciono su aspecto, va todo vestido de negro. Jeans, remera y una chaqueta de cuero. El color de sus ojos resalta con su cabello colorado, y es como si este atuendo no fuera de él. Su rostro lo hace parecer como alguien inocente y tímido, pero todo lo demás grita lo contrario.

—Ni siquiera sé tú nombre.

—Matthew —estira su mano y la tomo aún desconfiada —. ¿Tú?

—Paige.

—Paige… –repite para sí mismo en un susurro —. Entonces, ¿te quedas?

Considero realmente la oferta por un momento, mi curiosidad está en niveles altísimos. Nunca había estado en un bar, y mucho menos en compañía de un chico que no fuera Derek. Él era quien siempre me ayudaba con mis entrenamientos, quien me había enseñado absolutamente todo y a quien conocía desde que tengo memoria, a la vez que a Cat. Ambos eran como mis hermanos, habíamos crecido juntos en un orfanato y siempre fuimos unidos. 

Estoy segura de que que Derek le desagradería la idea de que estuviera aquí y actuaría como todo un hermano mayor sobreprotector. Sonrío pensando en eso.

VIGILANTESWhere stories live. Discover now