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𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 1881—𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨

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𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 1881—𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨

    —No digas esas cosas por favor. —Le pidió Frizzy apenada. —No tienes que odiarte por sentir las cosas que sientes. Porque fuera si son cosas que se puedan considerar incorrectas. Como que te guste un hombre ahora comprometido. —Susurró lo último, ya que para la época ese tipo de cosas eran  mal vistas. Lo que explicaba también porqué Lauren se sentía tan mal—Tampoco es como que desarrollar esos sentimientos sean cosas en las que tengas total control. —Trató de consolar.—Y también es triste por todo este tremendo enredo en el que estamos, porque como dices es lo mejor para el país. Pero yo tampoco creo que haya sido que el príncipe haya accedido así solamente. —Se trato de explicar un poco más a si misma. —Hay muchas cosas que no tienen sentido. —Suspiró. —Pero no es tu culpa, porque el príncipe también siente lo mismo. No es algo que no sea correspondido, pero también entiendo que por una parte eso lo haga más difícil. Aún así eso no significa que tengas que odiarte tanto por sentir cosas por alguien, porque eso es simplemente humano.

    Lauren suspiró. Llevándose las manos al rostro para luego pasarlo por el cabello. Intentando estabilizarse y escuchar mejor las palabras de su amiga.

    —¿Y si le dices? —volvió a decir Frizzy.

    —¿Para qué? —Contestó Lauren asustada.

    —Supongo que te ayudaría a afrontar y sacar tus sentimientos para que no los retengas. Porque a pesar de ser la persona reservada que eres, ocultarte y guardarte cosas para ti misma esta mal. —Se explicó. —Mira sé que ahora ya es un hombre comprometido, y pues está mal visto eso de que te guste y aún peor la idea que te estoy dando, lo sé. Y no, no estoy loca ni se me zafó ningún tornillo. —Dijo aclarando, como leyendo la mente de Lauren de paso. —Pero escuchame. —Volvió a decir con una voz pausada. —No es algo a lo que te arriesgues, porque el príncipe no va a rechazar tus sentimientos. Y si suponemos que el príncipe ya se resignó a su compromiso, conociendo lo correcto que es. Nada se alterará. Ambos sabrán y bueno. Los dos se resignarán. —Dijo.

    Lauren siguió sin encontrarle el sentido a las palabras de su amiga. —No creo que pueda hacer eso. —Respondió con mucha duda. —Seguiría estando muy mal, incluso peor. Seguiría sintiéndome mal, decirle o no, no es algo que altere lo mal que me siento, y claramente lo estaría hiriendo también. Incluso cuando las cosas son correspondidas. —Se explicó tratando de mirar a otro lado para tratar de permanecer estable de cierta manera, para que al menos pueda hablar. —Porque sería algo que nos arrastre a ambos durante quien sabe cuanto tiempo, el tiempo que la reina nos va a dejar aquí o hasta que el príncipe asuma el trono, hasta que esto se desenrede, hasta que todo se descubra. Todo va a tener que estallar en algún momento, eso es cierto. Y aumentarle otra cosa es algo que no sé si voy a soportar. —Confesó. Sumamente  cansada emocionalmente, un cansancio que hasta se transmitía a su cuerpo, haciéndola sentir débil, sin ganas, sin más lágrimas que soltar al no tener fuerza.

❛²❜⸙ 𝐑𝐎𝐘𝐀𝐋 | 𝔗𝔥𝔬𝔪𝔞𝔰 𝔅𝔯𝔬𝔡𝔦𝔢-𝔖𝔞𝔫𝔤𝔰𝔱𝔢𝔯 (✓)Where stories live. Discover now