XXXVII

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𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 1881 —𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨

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𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 1881 —𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨

     Al notar el silencio del príncipe debido a su vergüenza Lauren decidió volver a hablar.

     —Nunca me habían dedicado palabras tan bellas. —Dijo. —Gracias.

     —No hay por qué. —Dijo el joven recuperando su voz. —Es un gran alivio saber que al menos pudiste saber lo que hubiera dicho, si este encuentro hubiera salido como se planeó a un inicio.

    Hubo un silencio tenso entre ambos.

[•••]

     —¿En verdad no habías gustado de alguien antes?—Preguntó de repente el joven bastante curioso por ese tema desviando las cosas un poco, tal vez por los nervios o tensión de la situación.

      Lauren negó respondiendo a sus dudas.

      —Vaya. —Dijo el príncipe nuevamente avergonzado.

      —No se eche tantas flores por eso tampoco. —Bromeó Lauren. Para aliviar la situación y escudar su propio nerviosismo por la tensión que creó y seguía creando el momento.

     El joven rio entonces. Sin poder evitarlo.

    —¿Qué hay de usted, de ti? —Dijo corrigiéndose otra vez, hasta que pueda acostumbrarse más o menos.

     El joven pareció recordar varias cosas. —Yo sí. —Confesó. —Pero solo recuerdo una vez. —Dijo, Lauren le prestó atención. Quería escuchar esa historia, no le incomodaba en absoluto. -Era la hija de la primera costurera que tuvimos, la que le hizo el vestido de primera comunión a mi hermana. Yo tenía 13, mi hermana 11. Creo que la chica tenía unos 15, porque era un par de años mayor. Ya no recuerdo por qué me gustaba, solo recuerdo que lo hacía. Pero me daba tanta vergüenza que nunca le hablé, se llamaba Fatmeh, no sabía que se sentía y por eso me asustaba cuando la veía, era la primera vez que me gustaba alguien. —Dijo. —Después supongo que con el pasar de los años, he sentido solo atracción hacia un par de personas. Pero no precisamente un gusto en sí, como ya había vivido.

     —¿Supiste algo de ella después? —Preguntó Lauren con algo de dificultad en la primera palabra. Pero lo suficientemente interesada en aquella historia.

     —Su padre se las llevó a Italia, porque encontró un mejor trabajo. No la volví a ver nunca. Trece años y mi corazón se rompió por primera vez, ni siquiera me despedí. Porque como te dije, tenía pánico de hablarle.

     Esa historia a Lauren le pareció divertida. Se la imaginaba, y entendía aquel pánico del príncipe cuando niño. —Me parece tan lindo que usted haya tenido la oportunidad de vivir ese sentimiento antes. —Dijo haciendo silencio unos segundos. —Debe haber sido lindo para usted.

❛²❜⸙ 𝐑𝐎𝐘𝐀𝐋 | 𝔗𝔥𝔬𝔪𝔞𝔰 𝔅𝔯𝔬𝔡𝔦𝔢-𝔖𝔞𝔫𝔤𝔰𝔱𝔢𝔯 (✓)Onde histórias criam vida. Descubra agora