Capítulo 39

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— ¿Se puede? — Tres golpes secos en la puerta y una voz grave y seria hacen que despegue la vista de mi libro

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— ¿Se puede? — Tres golpes secos en la puerta y una voz grave y seria hacen que despegue la vista de mi libro. Contesto un simple "sí" mientras cierro el objeto que tengo en las manos y la puerta se abre, dejándome ver al comandante Erwin Smith.

— Qué sorpresa verle aquí, comandante — Digo sorprendida dejando mi libro en el escritorio e intentando levantarme para hacer el saludo militar.

— No hace falta que te levantes Ram — Dice rápidamente en un tono de voz tranquilo, haciendo que yo vuelva a mi sitio inicial e incline la cabeza en señal de respeto a mi superior. — He venido a ver cómo te encuentras.

— Sorprendentemente bien, la verdad. Por orden de Hange no puedo salir de la habitación sola pero ya me encuentro casi perfectamente.

— ¿Las heridas no te duelen?

— No realmente, solo noto algo de molestia en el pecho si hago movimientos bruscos. No creo que me quede mucho para recuperarme al 100% — Hago mi explicación con una sonrisa, pues estoy sumamente feliz de haberme recuperado tan pronto.

— Vaya, solo te ha hecho falta una semana — Dice sorprendido a lo que yo asiento — En ese caso, siento pedírtelo, pero voy a necesitar tu ayuda con un asunto importante.

— Lo que necesite comandante, estoy a su disposición. — Mis palabras parecen complacer a Smith, ya que el rubio asiente y suelta un pequeño suspiro antes de comenzar a hablar.

— Hemos descubierto la identidad del titán hembra — No puedo evitar dejar ir un suspiro de asombro. La sola mención de la titán hace que mi vello se erice por completo. Le tengo un odio profundo, no solo por lo que me hizo a mí, sino también por lo que le hizo a mis compañeros.— En los próximos dos días el Cuerpo de Exploración deberá viajar al distrito de Stohess. Técnicamente debemos entregar a Eren a la Policía Militar, pues estábamos a prueba y, por el claro fracaso de la misión, no la hemos superado.

— Eso quiere decir... ¿que matarán a Eren? — La preocupación se nota en mi voz cuando suelto la pregunta, y el comandante niega con la cabeza ligeramente.

— Esa es la idea que tienen los militares, pero eso no sucederá. Tengo un plan, y te necesito a ti y a tu escuadrón para que pueda salir bien.

— Le escucho, comandante.

***

— ¡Buenas tardes! — La voz alegre de Lorena resuena en mi habitación cuando abre la puerta y se adentra sin tan siquiera pedir permiso. No me molesta en lo absoluto, pues estoy bastante aburrida y ya estoy acostumbrada a esa clase de acciones por parte de la rubia.

— Hola, Lorena. — Le saludo divertida cuando se tumba a mi lado en la cama.

— ¿Te has enterado ya? — Su semblante divertido cambia a uno serio en un segundo. Mi sonrisa también desaparece, y ambas nos quedamos mirando al techo.

Revenge [Levi Ackerman]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora