Capítulo 26

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— ¡Qué pasada de castillo! — Lorena cabalga a unos metros más adelante de la formación

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— ¡Qué pasada de castillo! — Lorena cabalga a unos metros más adelante de la formación. Mi amiga está tan emocionada que no se da cuenta de que incluso adelanta al comandante. De forma excepcional tanto Dante como Smith se lo dejan pasar.

— El antiguo cuartel general del Cuerpo de Exploración no es más que un viejo castillo. Aunque parezca imponente en realidad no nos resulta inútil, está demasiado alejado de los muros y de los ríos. Pero para tu escondite es perfecto — Escucho como Auruo le explica a Eren sobre los orígenes del castillo pero no le presto demasiada atención, me sé la historia de memoria.

— Te noto tensa, novata — David cabalga hasta mi lado para poder hablar conmigo. Mi amigo me mira algo preocupado y esbozo media sonrisa para relajarlo.

— Solo estoy cansada, no te preocupes por mí — La excusa que invento es mala pero funciona. En realidad no le he mentido, sí que estoy cansada, pero mi estado de ánimo no es por culpa de eso. En realidad, desde el juicio de Eren, no he dejado de pensar en las palabras del pastor.

"Tu estirpe es asesina" ¿Qué coño quiso decir con eso?

Entre historias y algunos comentarios no tardamos en llegar al castillo. De inmediato el comandante y el capitán Levi dan tareas a todos los presentes. Para mi mala suerte mi escuadrón debe ayudar al de Levi a limpiar todo el maldito cuartel.

— ¡Me quiero morir! — Cuando llevamos más de dos horas limpiando sin descansar mi amiga se sienta en el suelo y tira el paño contra la pared. Rápidamente Dante le regaña, pero yo tomo esa oportunidad para sentarme junto a mi amiga.

— ¿Tú también Alisha? — Dante parece indignado, pero sé que lo hace en broma.

— No puedo más. Prefiero que me coma un titán a seguir limpiando. — Me quejo mientras reposo todo mi peso en la pared de detrás. Todo mi cuerpo está adolorido por la intensa sesión de limpieza.

— En ese caso la próxima vez que salgamos fuera de los muros te dejaré morir Ram — La voz de Levi hace que todos los presentes nos sorprendamos y soltemos los productos de limpieza del susto.

Soy una puta bocazas

El capitán entra dentro de la habitación en la que estamos mi escuadrón y yo. Parece inspeccionar todas las esquinas y rincones de los muebles, pero nos hemos asegurado en limpiar bien porque conocemos las manías del capitán.

Ya no me pillas capitán, ya no soy una recién llegada

— Pueden descansar — Dice finalmente Levi poniendo un pie fuera de la habitación. Suelto un suspiro aliviada y recargo mi cabeza contra la pared — Menos tú Ram. Sígueme.

La frustración que siento hace que dé un pequeño gruñido al levantarme. David y Lorena sueltan una carcajada y Dante sonríe con malicia.

— Si escucho una sola risa más os hago limpiar los baños y el calabozo — El capitán habla mientras camina. Todo mi escuadrón se pone firme ante sus palabras y no vuelven a soltar ni una sola risita.

Camino siguiendo al capitán, quien no me dirige la palabra en todo el camino. Después de recorrer parte del castillo entramos en una habitación.

¿Este es su despacho?

Me sorprende lo increíblemente impoluto que está. En el centro de la habitación hay un escritorio de madera con algunos papeles encima. Las paredes del cuarto están llenas de estanterías con libros, algunos más viejos que otros. No hay nada más en la estancia, a excepción de tres sillas que conjuntan con el color del escritorio.

¿En serio le ha dado tiempo a limpiar y a desempacar todo esto en solo dos horas?

— Siéntate — Levi da una orden y yo la obedezco de inmediato. Cierro la puerta detrás de mí y tomo asiento donde me ha indicado con la mano. — Tengo una proposición importante para ti, Ram.

— ¿De qué se trata capitán?

— Sé que tú y tu escuadrón fuisteis los encargados de proteger a Eren durante la recuperación de Trost. Pero también sé que fuisteis la cadete Mikasa Ackerman y tú las únicas que intentasteis razonar con él cuando perdió los papeles. — El capitán no me mira, solo pasea su vista por los papeles que tiene encima de la mesa.

— Así es

— ¿Le tienes miedo? — La pregunta sale de su boca sin titubeos. Por primera vez en todo este rato me mira. Su fría mirada se clava en mis ojos y siento que puede leer hasta el rincón más profundo de mi mente.

— ¿A Jaeger? No

— ¿Por qué? — Me descoloca su pregunta. Frunzo el ceño confundida y él solo hace un gesto con la cabeza para indicarme que responda.

— Realmente, no lo sé. Solo veo en él a un pobre chaval asustado que no sabe en qué está metido. También le estoy muy agradecida, después de todo, me salvó la vida en Trost.

— Y luego intentó aplastarte como a un mosquito en aquel tejado. Y aun así decidiste intentar razonar con él ¿Por qué?

— No lo sé capitán. Simplemente sentí que es lo que debería hacer. Eren no me da miedo, ni en su forma humana ni transformado en titán. Además, sé de sobras que si mi vida peligrase de verdad podría acabar con él sin problemas.

Levi me mira durante unos segundos más. Me observa de una forma tan detenida que creo poder sentir como su mirada quema la piel de mi cara.

— Me alegra oír eso. Si aceptas, me gustaría que ayudases a mi escuadrón en el entrenamiento y en los experimentos con Jaeger. Además, parece confiar en ti. Estoy seguro de que todo será más fácil si nos acompañas.

— Pero ¿mi escuadrón no iba a ayudar ya?

— Sí, lo hará, pero solo durante los entrenamientos. Pero creo que serás más de provecho si, durante unas semanas, te trasladas a mi escuadrón. Solo hasta que la próxima misión más allá de los muros se lleve a cabo. Hablaré con Sullivert para que firme los papeles del traslado, solo si aceptas, claro.

Me quedo durante unos segundos callada meditando. Me sorprende la propuesta del capitán y no estoy del todo segura de aceptar. Llevo más de 4 años trabajando y viviendo con mi escuadrón actual. Pasar de estar a las órdenes de Dante a estar a las de Levi me va a resultar muy extraño.

— ¿Sería solo hasta la próxima misión?

— Solo hasta la próxima misión — Levi asiente a mi pregunta y me mira expectante. Sé que quiere una respuesta, y sé que la quiere ya.

Oh, venga ya Alisha, el mismísimo Levi está pidiendo tu ayuda. Además, es solo hasta la próxima misión. ¿Qué puede pasar?

— Está bien, acepto. — Levi asiente y extiende su mano hacia mí. Dudo un segundo pero finalmente estrecho mi mano con la suya, en un saludo formal. El contacto de nuestras manos hace que los pelos de todo mi cuerpo se ericen.

— Bienvenida al Escuadrón de Operaciones Especiales, Ram.

Revenge [Levi Ackerman]Where stories live. Discover now