Capítulo 7

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- ¿¡Cómo se te ocurre!?

Escucho voces lejanas. Mis párpados, pesados, no obedecen la orden de abrirse, y siento todo mi cuerpo adolorido, con un dolor agudo en la cabeza.

- No ha sido para tanto, simplemente esta mocosa es patética y no ha aguantado un simple entrenamiento. - La voz de un hombre que se me hace familiar me llega a los oídos, haciendo que tome algo más de consciencia de mi cuerpo.

- ¡La has lanzado por los aires animal! Le has abierto una jodida brecha en la cabeza - La voz de una mujer se hace aún más presente y por fin, a duras penas, empiezo a poder abrir los ojos.

- Yo no tengo culpa de que no sepa caer.

Ambas figuras paran su discusión cuando notan que estoy despierta. Miro a mi alrededor y, por la estética y los objetos de la sala, deduzco que estoy en algún sitio parecido a una consulta de médico o una enfermería. Vuelvo a mirar a las dos personas, reconociendo al capitán Levi, y viendo a su lado a una mujer que creo recordar se llamaba Hange Zöe.

- ¿Te encuentras bien Ram? - Asiento con la cabeza a Hange, pero al hacerlo me mareo tanto que tengo que apoyar la cabeza en la almohada. Abro los ojos de nuevo y veo como Hange se ha acercado a mí junto con un trapo húmedo. Llevo los ojos hacia mi capitán, que se muestra impasible y con una actitud tan fría que me congela hasta el alma.

- Me voy Hange, tengo cosas que hacer. Mocosa, reincorpórate al entrenamiento cuando la capitana te dé permiso. - La voz del capitán suena firme y con un ligero toque de molestia. La forma en la que se dirige a mí, despectiva, me desanima y a la vez me enfada. Si estoy en este estado es por su culpa y solamente por su culpa.

- No le hagas caso soldado, él siempre es así con los novatos. A la larga se lo agradecerás.

- ¿Le abre una brecha en la cabeza a todos los novatos? - Digo medio en broma sin pensarlo muy bien. Las medicinas que me ha proporcionado Hange y el propio dolor del golpe me desinhiben de la compostura y formalidad que debería mantener ante la capitana. Para mi sorpresa Hange suelta una carcajada.

- No, no a todos, pero alguna vez lo ha hecho. Eres buena mocosa, te he visto peleando esta mañana - Me comenta mientras limpia mi frente con el paño - Hacia tiempo que no se unían a la Legión los cadetes con mejor puntuación.

Me quedo pensando en sus palabras y la verdad es que no me sorprende. Apuntarse al Cuerpo de Exploración es firmar tu sentencia de muerte, y eso lo sabemos todos.

- Por cierto - Me dice Hange sacándome de mis pensamientos - Toma tu anillo, durante la pelea con el capitán se te debió de caer.

Por instinto me miro la mano y, efectivamente, el anillo de Camila no estaba en mi dedo. Cuando Hange me devuelve mi preciado anillo me contengo de darle un beso antes de ponérmelo de la emoción que me provoca saber que no he perdido lo único que me queda de mi amiga.

- Debes descansar Ram - Me dice con seriedad la capitana mientras se aleja de mí y va hacia la puerta - Por cierto, este chico no ha parado de preguntar por ti - Abre la puerta dejando al descubierto a Dante.

- ¡Alisha! - Suelta un suspiro viniendo hacia mí. Dante me da un abrazo que correspondo al instante, aunque mis brazos duelen horrores cuando intento alzarlos.

- Estoy bien Dante, no hace falta que me ahogues

- Estaba tan preocupado - Me dice separándose de mí - He visto tu pelea con el capitán. Me he asustado de verdad cuando te ha dado ese golpe, has caído de forma tan brusca que pensaba que te había matado.

- ¡Cómo me va a matar exagerado! Estoy bien, de verdad. Solo estoy mareada.

- ¿Estás segura?

Revenge [Levi Ackerman]Where stories live. Discover now