Capítulo 42: ¿Qué te hice?

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PASADO.

Du Jing le envió varios mensajes diciéndole que estuviera listo afuera de la escuela; lo recogería y los tres irían a comer. Zhou Luoyang no respondió. Para ser honesto, ya se había dado cuenta.

El problema era claramente pequeño y absurdo, pero el joven fue incapaz de superarlo.

A las 2:00 p. m., Du Jing regresó a la habitación.

Zhou Luoyang se hallaba acostado en la cama. Observó al recién llegado y estaba a punto de hablar, pero la otra parte se le adelantó—: ¿Por qué estás enfadado conmigo?

—¿Cómo te fue en la cita?

—¡Levántate! —Las cejas de Du Jing se juntaron—. Dime, ¿qué te hice?

Zhou Luoyang se quedó mudo. Estaba celoso, lo reconocía, y era porque una tercera persona se metió en su relación que había persistido dentro de su dormitorio. En los últimos días, actuó ligeramente distante con Du Jing. Aunque se quejaba que Sun Xiangchen no le daba regalos, el verdadero objetivo de su ira fue su compañero de cuarto.

—¡¿Qué haces?! —El joven también estalló—. ¿Qué te hice?

—¡Te estuve esperando en las puertas durante una hora! —Du Jing bramó—. ¿Por qué ignoraste mis mensajes?

—¡Solamente me enviaste tres! Si no respondo, eso significa que no quiero ir, ¿acaso no lo entiendes?

Zhou Luoyang realmente deseaba darle una paliza verbal. Quería gritar: "¿Le dijiste a Sun Xiangchen que te acompañara al médico, pero a mí nunca me lo pediste, incluso después de todo este tiempo? ¿Qué platicaste con él? ¿No son ustedes ahora mejores amigos? Entonces olvídame". Pero eso sonaba a algo que diría un amante celoso.

Así que al final decidió no decir nada.

Du Jing se sentó enojado. Con un gruñido frustrado, tiró todos los libros de su escritorio al suelo. Apoyó los codos, luego se inclinó sobre la mesa mientras respiraba con dificultad. De repente, tomó una engrapadora y la acercó a su propia mano.

—¡Du Jing! —exclamó.

Zhou Luoyang podía decir que Du Jing realmente se sentía mal. Esa fue la primera vez desde que se conocieron que lo vio lastimarse violentamente. Inmediatamente lo abrazó por detrás y tiró de él, junto con la silla, lejos del escritorio.

—¡Lo siento! —Lloró—. ¡Lo siento! ¡Du Jing!

Zhou Luoyang comprendió que debió haberlo provocado por accidente. O, tal vez, todo ese tiempo sabía que estaba molestándolo y, sin embargo, no pudo evitar querer irritarlo más.

—Me equivoqué —dijo—. ¡No vuelvas a hacer eso! Yo... yo...

La engrapadora se encontraba en el suelo. Du Jing tenía un horrible dolor y respiraba con dificultad.

—No estoy enfadado contigo, no es así como realmente me siento —Finalmente, Zhou Luoyang se sinceró—. No es así como me siento, Du Jing. Solamente actué de esa manera... para hacerte enojar a propósito.

No sabía qué hacer. Du Jing comenzó a calmarse y miró por la ventana, aturdido.

—Me molesté —admitió—. Yo... —Pausó y por fin lo expresó—. Estaba celoso. Sun Xiangchen y tú se acercaron demasiado.

—Sí. —coincidió Du Jing sin ánimo.

Zhou Luoyang guardó la engrapadora e inspeccionó la mano de su compañero. Afortunadamente no sangraba; se lastimó con el cargador de las grapas y la parte superior del objeto, así que empeló mucha fuerza, dejando un gran hematoma.

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⏰ Last updated: Jul 22, 2021 ⏰

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Tiandi Baiju: Caballo Blanco del Cielo y la TierraWhere stories live. Discover now