En ese momento, no hubo nada que tocara el fondo de su corazón y sonrió: "Todo está bien, siéntete libre de frotarlo, no me hagas esas preguntas en el futuro, no estaré enojado contigo de todos modos.
A los ojos de Chu Yang, Jiang Gu era mil veces mejor que otros. Es bueno y amable, no podía dejar de mimarlo.
Jiang Gu levantó entonces su mano y frotó la cabeza de Chu Yang, observando cómo éste lo miraba con la cabeza inclinada de buena manera, sólo para sentir que cierta cuerda llamada cordura en su corazón se volvía cada vez más frágil y podía romperse en cualquier momento.
Los dos siguieron trabajando en los ejercicios, Jiang Gu muy pegado a la cintura de Chu Yang, apoyado en sus hombros y mirando el tema.
"La solución a esta pregunta está toda aquí, intenta hacer estos ejercicios por ti mismo..."
Después de escribir el proceso de la solución en dos líneas Chu Yang se apoyó en la mesa y bostezó con un poco de sueño.
Al ver su aspecto somnoliento Jiang Gu no pudo evitar mirar la hora, ya eran más de las doce, Chu Yang siempre terminaba de enseñarle temprano, rara vez se quedaban despiertos hasta tarde, normalmente se dormían a las doce.
Frunció el ceño y estaba a punto de decirle a Chu Yang que se fuera a la cama cuando vio que ya estaba cerrando los ojos con el brazo sobre la mesa, con la espalda ligeramente inclinada y la respiración tranquila, parecía que ya se había dormido.
"Realmente no desconfías de mí".
Jiang Gu sacudió la cabeza y recorrió con su mirada el ejercicio que había postergado hasta ahora, sin necesitar de ver las notas de ayuda, escribió el resultado.
Tras resolver los ejercicios en dos intentos, tomó a Chu Yang y lo llevó a la cama.
"¿Cachorro?"
Jiang Gu llamó a Chu Yang, pellizcó su suave rostro y le desató la camisa: "Primero tienes que cambiarte la pijama ¿bien?".
Chu Yang volvió a bostezar con la cabeza gacha y sus ojos soñolientos, señalando el escritorio y murmurando vagamente: "Los ejercicios siguen..."
"Ya están hechos". Dijo Jiang Gu con un tonó tímido mientras le quitaba la ropa a Chu Yang y le hacía ponerse la pijama.
Chu Yang se tumbó en la cama, levantando las piernas para cooperar y dejando que Jiang Gu le quitara los pantalones, enterrando la cabeza en la almohada sin ni siquiera abrir los ojos, durmiendo tranquilamente.
Dos piernas blancas y suaves estaban entre las sabanas, lo suficientemente tiernas como para dejar marcas rojas incluso con un suave pellizco.
Las estrechas nalgas quedaban ocultas bajo el pijama ligeramente más largo, y su ropa interior de color gris claro podía verse débilmente.
Jiang Gu contuvo inconscientemente la respiración e hizo lo posible por apartar la mirada.
Se esforzó por ponerle los pantalones de pijama a Chu Yang, luego se levantó de la cama, tapándose la nariz y entró en el baño, abriendo el agua fría para darse una ducha.
Un conjunto de movimientos fluyeron, y no sé sabe cuántas veces se repitieron.
...
Al día siguiente, cuando Chu Yang llegó a la escuela, comprobó que el ambiente en la clase era extraño.
Los estudiantes que ayer estaban bien, ahora los habían empezado a evitar.
Incluso Liu Qian se había puesto nerviosa y no había girado la cabeza para hablar con ellos.
"Liu Qian, ¿puedes hablar conmigo?"
Capítulo 68
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