La situación en su casa se podría considerar estable, aunque todavía hay personas que tienen el hábito de robar, pero no los detiene.
Lo siguiente era poner fin al problema, decirles directamente a sus padres para condenar el crimen de Wang Lin, en caso de que ella comenzara a decir algo más.
Pero el problema era que en su última vida ni siquiera sabía cómo demonios eran sus padres, así que ¿Cómo debería hablarles a los padres de este cuerpo?
Mirando con inquietud la computadora que le entregaron las sirvientas, Chu Yang se sentó recto, su rostro tan firme, pero con pánico en su corazón.
Pero cuando lo pensó, los padres de este cuerpo casi nunca iban a casa y no parecían estar muy apegados a él, así que tratarlos como si fueran sus jefes debería ser lo correcto.
Cuanto más pensaba en ello, más creíble le parecía, cuando la videollamada se conectó justo a tiempo para ver aparecer en la pantalla a una mujer elegantemente vestida.
Esta debe ser la madre de este cuerpo suyo, Zheng Youyi.
Respiró profundamente y gritó secamente: "Mamá, mamá".
Esa era la forma de llamarla, ¿no?
Era la primera vez en sus dos vidas que llamaba a alguien su madre.
La Zheng Youyi del vídeo estaba hablando con su subordinada y le dijo algunas cosas antes de mirar a la computadora y decir con una expresión suave: "¿Yang Yang?".
La suave voz era diferente de lo que Chu Yang había imaginado.
En su impresión, una mujer que pudiera dejar a su hijo aquí durante tantos años debería tener un rostro frío, pero ahora Zheng Youyi frunció el ceño y dijo con ansiedad: "¿Qué te ha pasado en la cara?"
Su cara estaba cubierta de marcas de látigo hinchadas, además de los moretones que le había dejado la pelea.
"¡Aunque no estemos a tu lado, tienes que cuidarte!" La mujer se frotó la frente y se mostró más severa: "Aunque no quieras llamarnos por vídeollamada, ni siquiera respondes cuando te llamamos, ¿al final fuiste bien a la escuela? ¿no? no nos hagas preocupar, ¿vale?"
¿No responde las videollamadas?
Chu Yang buscó en su memoria y realmente recordó que este cuerpo suyo no quería hablar con sus padres.
De qué sirve verlos por videollamada, si de todos modos ninguno va volver.
Debería haber dicho algo sobre Wang Lin, pero Chu Yang abrió la boca y sus palabras se convirtieron en: "Entonces, ¿cuándo van a volver?".
Zheng Youyi parecía desconcertada y suspiró: "Yang Yang, sé considerado con nosotros, ¿de acuerdo?, tu padre y yo pronto tendremos nuestros trabajos estables, y entonces te recogeremos para que vengas a vivir con nosotros, ¿de acuerdo?"
Ella y su marido estaban demasiado ocupados para ocuparse del niño.
Chu Yang bajó los ojos y no respondió.
No entendía por qué estas personas que tenían todo no querían pasar tiempo con su hijo.
Qué bueno sería estar junto a sus padres todo el tiempo.
En su última vida, cuando era muy joven, envidiaba especialmente a los niños que tenían padres, porque eso niños tenían un hogar, alguien que los protegía, e iban a la escuela en paz y luego crecían para ser adultos.
Pero él no los tenía.
Durante el tiempo que se escapó para vivir solo, una pareja que nunca había tenido hijos lo visitaba de vez en cuando, tocándole la cabeza y preguntándole por su salud.
Apreció la amabilidad y se sintió feliz, como si también tuviera una familia. En ese momento, iba a la escuela y trabajaba al mismo tiempo, pensando que crecería rápidamente para pagarle a la pareja.
Pero luego la pareja tuvo un hijo y todo cambio.
"Ese huérfano no querrá quedarse con nosotros, ¿verdad?" Por casualidad, oyó a la mujer decirle a su vecina con disgusto: "Acabo de oír que si tocas a un niño más a menudo serás notado por la Diosa de la Misericordia, y podrás tener hijos fácilmente, no quiero ocuparme de él".
En ese momento se sintió avergonzado e incómodo y se fue corriendo de vuelta al lugar donde se quedaba y lloró mucho.
Fue entonces cuando aprendió que hay cosas que no se pueden tener, como la familia.
