Frases del Olimpo. Vol 4

FanGirl - Rainbow Rowell

«Ya verás cómo acabarás por darme las gracias»”

“La gracia de ir a la universidad es conocer gente.”

“—La gracia de tener una hermana gemela —objetó Cath— es que no te tienes que preocupar de esas cosas. De tías raras que te roban los tampones, huelen a aliño de ensalada y te hacen fotos mientras duermes…”

“—Te sentirás bien, Cath —el hombre posó una mano, la menos inquieta, sobre la de su hija y se la apretó—. Y yo también. ¿Sabes?.”

“Lo escrito, escrito está. Si te pones en plan melancólico y tristón en un mensaje de texto, las palabras se quedan ahí, en tu teléfono, para recordarte lo pringada que eres.”

“En las situaciones nuevas, las reglas más delicadas son las que nadie se molesta en explicarte.”

“—¡Cather!

—Me llamo Cath.

—¿Estás segura? Porque a mí «Cather» me gusta mucho.”

“Y tú ya sabes lo que dice papá: «hay que probar las cosas antes de decir si te gustan o no».”

“—Me refiero a ese momento —le explicaba a Cath— en el que te das cuenta de que él te mira de manera distinta, como si llenaras más su campo de visión. Me refiero a ese instante en el que empieza a no ver nada aparte de ti.”

No me compadezcas. No quiero que me compadezcas.”

“Ya no escribía para Wren y el pequeño círculo de foreras aficionadas a la escritura. Ya no se trataba de unas cuantas chicas intercambiando fics de cumpleaños, fics de ánimo e historias para hacer reír a las demás.”

“No tengo más remedio que reconocer que la universidad es dura —¡la universidad es dura! O, como mínimo, ocupa mucho tiempo— y seguramente no voy a actualizar Adelante tanto como solía ni tanto como me gustaría…”

«No voy a desaparecer. Lo prometo. Ni tampoco voy a renunciar. Ya sé cómo acaba todo esto y no descansaré hasta llegar allí».

“Papá, no pases de mis mensajes. ¿Los has escuchado? ¿Sabes cómo hacerlo? Aunque no sepas, sé que ves mi número en las perdidas. Llámame, ¿vale? …”

“—Me has dejado demasiados mensajes. No deberías llamarme, ni siquiera pensar en mí. Estás en la universidad. Supéralo. —Solo son clases, papá. Que yo sepa, no nos hemos peleado para siempre ni nada.”

“—Las palabras son muy poderosas —dijo la señorita Possibelf, pisando suavemente entre las filas de pupitres—. Y adquieren más poder cuanto más las pronuncias.”

“A veces, tomas la mano de alguien tan solo para comprobar que sigues vivo, y que otro ser humano está allí contigo para dar fe de ello.”

Las objeciones se arremolinaban en su cabeza como personas que huyen de un edificio en llamas y se amontonan en la puerta.”

“Tener una hermana gemela era como contar con un centinela particular. Tu propio guardián. «Mejor amigo de serie».”

“¿De qué sirve tener una hermana gemela si no dejas que cuide de ti? ¿Si no permites que te guarde las espaldas?”

“— Entonces no has leído los libros.

—No soy muy aficionado a leer.

—Me parece que esa es la afirmación más idiota que has pronunciado nunca en mi presencia.”

“La vida universitaria era predecible hasta extremos insoportables, capas y capas de rutina tendidas unas encima de las otras.”

“Todo Internet escribe sobre Baz y Simon.”

“si no quisieras que los libros terminasen nunca, podrías seguir leyendo historias online de Simon Snow por toda la eternidad…”

“Dios mío, Levi era tan cálido y a aquella breve distancia olía tanto a sí mismo que a Cath se le saltaban las lágrimas. Tenía los ojos cansados. Estaba cansada.”

“No me hagas perder el tiempo con disculpas, Simon. Si no dejamos de disculparnos y perdonarnos mutuamente cada vez que nos tropezamos, nunca tendremos tiempo para ser amigos.”
“Te gusta Levi y tú le gustas a él; lo asumo. Sería un marrón que te liaras con mi novio del instituto, pero lo hecho hecho está, ¿no?”

“¿Qué haríamos juntos?.. Él querría salir y yo querría quedarme en casa escribiendo fan fiction.”

“—No voy a intentar convencerte —replicó Reagan—, sobre todo si vas a seguir diciendo tonterías. Pero te diré una cosa: eres boba. Le gustas como eres. Incluso flipa con tu horripilante fan fiction; no para de hablar de tus historias.”

“Levi solo es un chico. Uno muy muy bueno, quizá el mejor que existe. Además, nadie te está pidiendo que te cases con él. Así que no compliques tanto las cosas, Cath. Os besasteis, ¿no? La cuestión es: ¿te gustaría que volviera a pasar?”

“Por eso no puedo estar con Levi. Porque soy el tipo de chica que fantasea con quedarse encerrada en una biblioteca durante la noche. Y Levi ni siquiera sabe leer.”

“A Cath le gustaba Levi. Mucho. Le gustaba mirarlo. Le gustaba escucharlo; aunque a veces detestaba oírlo hablar con otras personas.”

“Mira, dediqué cuatro meses a encontrar la manera de besarte y luego he pasado las últimas seis semanas preguntándome cómo me las arreglé para cagarla.”

“Lo único que quiero ahora es arreglarlo, hacerte comprender que lo siento mucho y por qué deberías darme otra oportunidad. Pero necesito saber si estás conmigo en esto. ¿Tú quieres que lo intente?”

No confiaba en nadie, y ese era el problema. Ese era el quid de la cuestión.”

“Tengo una cita. Y no con un florero. Con alguien que no tiene nada en común con ningún objeto decorativo. Me besó. Y creo que volverá a hacerlo si le dejo”.

“ Levi es muy buen tío. Y que siempre se fija en tías que son un plomazo.”

“No deberías recompensarme por poner tu vida en peligro. Piensa en el precedente que estás sentando.”

“Ella se pegó aún más a su cuerpo. Levi era bueno. Era bueno y no quería perderlo. No porque hubiese pensado que Levi iba a morir en la interestatal, sino en general. En general no quería perderlo.”

“Sí que hay una regla —repuso Baz—. La hice yo mismo. «No te hagas amigo de Snow. Ya tiene demasiados».”

“Cath estaba convencida de que no podía haber nada más brillante que Levi en ninguna sala. Brillante, cálido y chispeante; era una hoguera humana.”

“Cuando se sentaba a escribir, no tenía que volver a entrar en la historia lentamente, para empaparse del clima. Ya estaba allí, todo el tiempo. Todo el día. La vida real se desarrollaba en los márgenes de su campo de visión.”

“—Los libros no tienen anuncios. —No soy muy aficionado a los libros”

“—Tú eres una escritora de verdad —arguyó Wren, saltando en un charco—. Eres como Dickens. Él también escribía por entregas.”

“A veces, escribir se parece a correr cuesta abajo. Los dedos vuelan por delante de ti en el teclado igual que hacen las piernas cuando no pueden resistir del todo la atracción de la gravedad.”