El Corazón del Duque - Mile Bluett (Serie Romances Victorianos I)

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Ella tenía un peculiar sentido del humor que sacaba partido, sin proponérselo, a las más hilarantes situaciones.


Permanecer lo más posible al lado de su amigo, mientras aquel recibía el título e intentaba tomar las riendas de su vida, fue su manera de mostrarle apoyo.

¡Ya te dije que la chica es como una hermana para mí!

No lo entiendes porque no puedes ver a una dama sin pensar en sus atributos femeninos.


La sociedad adora los rumores y tú eres una fuente constante de cotilleos. Perderás credibilidad y respeto si no cuidas las apariencias.

Jason y ella se habían vuelto inseparables desde que tenían uso de razón, hasta que lo enviaron a estudiar a Eton y las responsabilidades de ambos cambiaron; pero todos los descansos, sin excepciones, los pasaban juntos.

Jason era odioso cuando se lo proponía, pero poseía otras virtudes que endulzaban su carácter volviéndolo irresistible, al menos para ella.


El dolor de ambos dio paso a la sensación de sentirse en casa cuando estaban cerca, y la diferencia de edad se hizo cada vez menos importante.


Jace insistía en tratarla como a su hermana menor, lo que Angie detestaba, porque era muy madura para su edad.


Ella irradiaba una luz que venía de adentro y se reflejaba en sus ojos, que cambiaban de color según el antojadizo del clima, azul límpido ante cielos despejados y gris oscuro en medio de la tormenta.


Angelina tuvo que clavarle los ojos a Jason y rápido se recompuso para que él no lo notara. Con veinte años su amigo superaba la altura de otros hombres conocidos y emanaba masculinidad por cada costado.

Por favor, Jason. Compréndelo. Todo ha cambiado. Si de verdad me estimas tanto, coopera para que logre lo que se espera de mí. Yo te apoyé cuando te enviaron a Eton, cuando te obsesionaste con la esgrima, incluso te cuidé a ese caballo que quieres más que a mí.

Era imposible que Angelina se dejara convencer por el conde y se transformara en una de esas jóvenes casaderas, cuya única aspiración en la vida era pescar a un esposo con título.


Deberían de ser tontos para no ver el bondadoso corazón que tiene, además de su mente ávida y cultivada. Sé que los pretendientes caerán a sus pies como una fila de torpes, pero ella no elegirá a ninguno con rapidez. Angelina se dará cuenta de lo imbéciles que son y esperará con cautela por el apropiado.


Jason sintió un dolor incómodo a la altura del pecho. No supo por qué se apoderó de él ese desconcierto tan repentino; tal vez por lo injustas que eran las normas sociales. ¿Por qué no podían tratarse como querían? Si ambos hubieran sido hombres no estaría mal visto que compartieran su tiempo libre. Lo que habían hecho siempre, hasta que el conde decidió considerarlo una compañía poco apropiada para una futura debutante.


Sé que no quieres tratarme con indiferencia, pero las imposiciones de tu padre sobre el decoro y el honor de una lady te han hecho reflexionar y tratar de apegarte a la norma


—Si continúas por ese camino, nuestro lazo se enfriará.—Nuestro lazo se enfrió cuando decidiste que otras compañías eran más gratas

Frases del Olimpo. Vol 4Where stories live. Discover now