Frases del Olimpo. Vol 4

Entre El Deber y la Pasión: Libro 4 Serie de Amores y Matrimonios

1. Estar muerto mientras la vida transcurre no puede más que agriar el carácter.

2. Cuando se arrastra un pecado, en algún punto del camino se deben rendir cuentas para cerrar la herida.

3. Hay cicatrices que nunca cierran, duquesa.

4. ―La valentía de aceptar un matrimonio para resarcir una injusticia puede deparar un infierno

5. Las cosas pasadas considero que es mejor no removerlas.

6. ―La primera vez que trajiste a casa a Tristan Black, supe que era un hombre de fuerte temperamento. La impulsividad estaba dentro de él. La arrogancia venía con el título que ha heredado. Cuando me encontré con él años más tarde, vi a un hombre sin rumbo. Al inicio de esta temporada, vislumbré a un marqués que ha encontrado su lugar. Sin embargo, todavía veo la carga de su alma reflejada en su mirada.

7. Cuando uno carga con una muerte sobre sus espaldas, es difícil considerarse

8. Cuando uno carga con una muerte sobre sus espaldas, es difícil considerarse también responsable de la ruina de una joven. Lo primero pesa más que lo segundo.

9. Los sueños que se rompen pueden ser incluso peor que recibir un puñal en el corazón.

10. La mujer que tome a ese témpano de hielo deberá ser representada en una estatua de mármol para que todo el mundo recuerde su gran proeza al aceptar a un esposo como él.

11. Las rosas rojas, al igual que tú, están creadas para ser admiradas. Las codician, las ansían por su belleza y perfección. Lo más hermoso que alguien puede tener en su casa es una rosa roja bien cuidada.

12. No hay nada como un poco de trabajo para sosegar la mente.

13. No te confíes. Él te dejó caer en su momento y nunca se preocupó por tu situación. Sigue manteniéndote tú misma. Vela por ti, Grace. Sé la mujer fuerte que aprendiste a ser. No bajes la guardia jamás.

14. ―Eres valiente, marquesa. ―Lo intento. No siempre es fácil.

15. ―Soy la hija de un conde, me enseñaron bien mi lugar como esposa de un hombre importante. No debe preocuparse ante el hecho de que yo no me pueda mover con decoro y etiqueta en cualquier lugar. Le trataré conforme su posición lo exige, no debe temer que yo pueda protagonizar un nuevo escándalo. Eso no sucederá. Cuando veo una piedra en el camino y la piso, me caigo... pero me levanto dispuesta a no tropezar con otra.

16. ¡Bendita biblioteca! Comería, dormiría y haría todo en su habitación si podía subirse allí los libros de Winchester Hall. No importaba su esposo, ni su matrimonio. Con hijos, libros y las rosas que plantaría en cuanto dejase de llover, lady Winchester podría alcanzar el sumun de la dicha más real y sincera.

17. ¡Bendita duquesa viuda de Pemberton por haberla sacado de su destierro para ofrecerle otro mucho mejor! Si únicamente pudiera conseguir traer aquí a lady Normandy, ya no habría nada que la hiciese infeliz.

18. Me criaron para ser perfecta en todo lo que hiciera. Tal vez, el paso de los años haya empañado algunos recuerdos, pero sé muy bien que el primer y más sagrado deber es ofrecer hijos a mi esposo. No debe preocuparse, ni es necesario utilizar el chantaje para el cometido. Sé lo que debo hacer.

19. No pretendía sentirse querido como ese libro que sostenía entre sus brazos porque eso lo complicaba todo, pero sí deseaba que ella lo respetase de algún modo.

20. No hay ninguna regla, ni divina ni humana, que establezca que hombre y mujer deban procrear solo con el amparo de la oscuridad.

21. Me ofrezco a satisfacerla a cualquier hora del día, la noche, ya sea de mañana o tarde, o bien llegada la oscuridad... Lo haré en cualquier lugar que nos permita tener intimidad para dar rienda suelta a los pecados de la carne. Es mi esposa, marquesa, yo su hombre, cuente con que todo lo que necesite para saciarla se le otorgará con gran... placer y satisfacción. Y no tema porque Satán se nos aparezca mientras yo me hundo en su carne, porque Dios dio sus bendiciones a nuestra unión.