⊱┊BROKEN TIE 【Given OMEGAVERSE 】

Capítulo XVII ❝ Comienza el juego ❞

Observó con detenimiento las galletitas de chocolate frente a él, por algún motivo no se le antojaban a pesar de que era un fiel amante de los dulces. A decir verdad no había tenido mucho apetito últimamente, y se lo atribuía a lo desanimado y decaído que se había estado sintiendo debido a la ausencia de su alfa. 

Fingió una sonrisa -porque en algún lugar había leído que el cerebro no distingue entre lo real y lo falso y que eventualmente, si seguía sonriendo su cerebro liberaría las endorfinas necesarias para sentirse feliz- y luego tomó una galleta del tazón. Seguía calientita, y la sensación le resultó agradable. Le dio una mordida y su rostro se deformó en uno de desagrado total. Sabía a arena. Como pudo escupió la galleta en una servilleta y tomó un vaso enorme de agua. 

¿Habré puesto mal las medidas?, se preguntó.

...

Haruki observó el cepillo de dientes de Akihiko, perfectamente alineado junto al suyo en el lavabo del baño. Mientras se cepillaba los dientes observó alrededor. Los productos de cabello de Akihiko también estaban ahí, aunque eran tan solo un simple shampoo y acondicionador, muy contrario a sus numerosos productos del cabello. "Ya decía yo que ese cabello suave no podía ser solo porque si", le había dicho Akihiko cuando descubrió la cantidad de productos que tenía y Haruki solo atinó a darle un codazo y responder "No es mi culpa que seas un bárbaro con cero interés en el cuidado personal", pero en realidad le odiaba un poquito porque Akihiko tenía esa piel suave y fresca sin necesidad de ninguna crema y su cabello no necesitaba más que esos simple productos para verse increíble. Dios verdaderamente tenía sus favoritos, y por eso le odiaba un poquito, pero solo un poquito porque era imposible odiarle de verdad cuando era tan irresistible. 

No estaban viviendo juntos oficialmente, pero la mitad del tiempo estaban en el departamento del otro, y se iban juntos al trabajo. Haruki nunca había sido tan feliz, y se encontraba disfrutando hasta sus tontas peleas sobre que pedir para comer. Akihiko era un fiel amante de las alitas picantes -mango habanero- y Haruki prefería el sushi o una buena pasta. Otra pelea recurrente era que Akihiko quería obligarlo a ver todas las temporadas de Grey's Anatomy, y Haruki se negaba rotundamente. "Ya sé que todos mueren, ¿por qué quieres que vea eso?"

Era increíblemente feliz, y eso le aterraba. Porque sentía que en cualquier momento algo llegaría a perturbar esa felicidad. Nada bueno duraba para siempre, él más que nadie lo sabía.

— Haru —  habló de repente Akihiko, recargado en el marco de la puerta del baño

— ¿Mmh? — respondió, haciendo un gesto con la cabeza, tenía la boca llena de pasta y no podía hablar

 Akihiko se acercó a él y lo abrazó por detrás. Akihiko estaba sin camisa, por lo que sintió la calidez de su piel pegándose a la fina tela de su pijama. Oh, suspiró cuando sintió algo más golpearlo descaradamente en el trasero. Algo más caliente -y duro-. Se enjuago la boca rápidamente y lo empujo.

— Parece que alguien está muy feliz —  dijo, en tono burlón

— Es que la vista es muy buena —  una sonrisa ladina se dibujó en el rostro de Akihiko, y Haruki sintió que estaba desnudándolo con la mirada 

— Ni siquiera lo pienses, es tarde y mañana trabajamos

— Mmm ¿y? — respondió, posando sus labios en el cuello de Haruki y depositando suaves besos —  Eso no nos ha detenido antes

— Akihiko, lo hicimos dos veces por la mañana y apenas hace una hora y media

— Eso no es suficiente para mi — siguió depositando besos en el blanco cuello de Haruki —  Nunca puedo tener suficiente de ti, Haru