⊱┊BROKEN TIE 【Given OMEGAVERSE 】

Capítulo I. ❝Dr. Uenoyama❞

—Ya veo — soltó un pesado suspiro mientras sostenía los papeles con la información de su nuevo paciente en la mano — Me encargaré del caso — se dirigió al director del hospital, quien había ido a dejarle personalmente los papeles. Cosa extraña, pues generalmente se los enviaban a través de su secretaria.

Se talló los ojos y suspiró nuevamente mientras se sentaba en la silla frente a su escritorio. Aquella había sido una mañana bastante pesada para él -como lo eran todas las mañanas desde que decidió ser doctor- Despertó a primera hora de la mañana y tan solo tuvo tiempo de tomar una taza de café antes de dirigirse al hospital. Observó el reloj de pared brevemente, comprobando que faltaba poco menos de una hora para el almuerzo. Se despidió del director, quien salió de su oficina tan pronto como le dejó los papeles y escuchó su respuesta.

Uenoyama Ritsuka, 24 años, alfa dominante, doctor especializado en lazos rotos.

Cuando era más joven tuvo el fugaz deseo de ser musico. Su amor por la música nació luego de que su padre le regalara su primera guitarra a los 8 años, sin embargo, la vida no era tan sencilla y aunque hubiese amado dedicarse a esto, finalmente decidió estudiar "una carrera real", como decían sus padres. Así fue como terminó estudiando medicina en una de las universidades más prestigiosas del país, convirtiéndose en uno de los doctores más jóvenes en el campo. Algunos lo llamaban prodigio -cosa que le incomodaba bastante- pero sus padres no podrían estar más orgullosos de él y aquello le resultaba suficiente.

A mitad de la carrera tuvo que elegir una especialización, había tantas opciones que resultaba bastante difícil decidir. Pasó por su mente la idea de ser médico obstetra, pero más tarde descubrió que era una carrera mayormente elegida por betas u omegas, ya que al ser inmunes a las feromonas podían hacer un mejor trabajo durante el parto -momento en el cual los omegas pierden en control de sus feromonas al estar experimentando tanto dolor-

Finalmente se decidió por una especialización un tanto fuera de lo común, pues muy pocos doctores se especializaban en aquel tema.

Lazos rotos.

Aquel tema le parecía interesante, pero al mismo tiempo triste e injusto, era increíble el pensar que una persona podía reclamar a otra como suya por algo tan simple -y al mismo tiempo no- como una mordida. ¿Cómo podía alguien unirse de tal manera a otra persona al grado de no poder ser separados? Era tanto fascinante como aterrador.

Su mayor motivación para especializarse en lazos rotos fue su extrema empatía hacía los omegas. Le parecía sumamente injusto que ellos tuvieran menos derechos que los alfas simplemente por su naturaleza. Uenoyama consideraba a los omegas como seres fascinantes, seres que traen vida, ellos mismos eran la representación de la vida. Durante sus prácticas profesionales y actualmente durante su trabajo como doctor se había topado con innumerables casos de omegas que fueron marcados contra su voluntad -cosa que también le parecía repulsivo- ¿Por qué los omegas no tenían poder alguno para decidir? ¿Por qué si un alfa quería marcar a un omega podía hacerlo y ya? Y lo peor era, que muchos de esos omegas terminaban siendo abandonados y sufriendo por aquel lazo roto.

—Sato Mafuyu — susurró mientras leía con atención el expediente de su más reciente paciente.

Sato Mafuyu, 24 años, omega, muriendo debido a un lazo roto con su alfa...quien falleció. Aquello no era tan común, pero tampoco era la primera vez que recibía un caso así.

Generalmente sus casos eran de omegas que fueron marcados contra su voluntad en alguna noche de fiesta o víctimas de abuso sexual por parte de desconocidos. También tenía casos de omegas con lazos rotos porque el alfa decidía marcar a otro omega, dejándolos desamparados. Había distintas maneras de tener un lazo roto, y ninguna era buena. En algunos casos cuando el lazo es roto, ambas partes sufren al estar conectados tanto física como mentalmente, pero la mayoría -si no es que todas las veces- los omegas se llevaban la peor parte. Un lazo roto puede generar una depresión tan profunda en un omega que puede conllevar a la muerte si no es tratado a tiempo.